Diez años después vuelve el Puerto de Ancares. Está aún en nuestro recuerdo la épica batalla entre Contador y Froome que nos regalaron en La Vuelta 2014, resuelta a favor del primero en el último kilometro. En aquella ocasión se ascendió por la vertiente más extrema de las tres que tiene el lado gallego, la de Pan do Zarco. En esta ocasión será la otra vertiente, íntegramente leonesa, más corta, pero con 5 kilómetros finales que son una auténtica pared. Seguro que nos deparará un buen espectáculo este año con la competición tan reñida.
El Puerto de Ancares como gran coloso, ya sea de paso o como final de etapa, merece mucho más reconocimiento por parte de las carreras, siendo su enlazado Serra Morela-Pan do Zarco nuestro Telegraphe-Galibier español.
Quizá algún día veamos en competición lo que algunos anhelamos, un Conio-Pelliceira-Pandozarco, un auténtico tridente encadenado que nos dejaría una etapa mítica al nivel de los Dolomitas o los Alpes, pero mientras tanto disfrutemos nosotros, ciclistas terrenales y aficionados en general, de estas montañas donde sentirse uno con ellas.