El viveirense terminó quinto y subió al podio como segundo sénior en los 100 kilómetros del Grande Trail Serra d'Arga, en Portugal, tras casi 12 horas
08 oct 2024 . Actualizado a las 09:57 h.3.500 kilómetros de carreras por el monte desde el inicio del 2024 avalan la transformación de Juanjo Coello Martínez (Viveiro, 1994) de temido killer en el fútbol lucense a incansable trail runner. «La época del fútbol quedó atrás, fueron muchos años y el pasado ya lo viví como el de la despedida», cuenta un deportista que llegó a realizar esfuerzos titánicos para compaginar sus dos pasiones, superó el centenar de goles con la camiseta del Xove Lago y viene de subirse al podio en una de las competiciones más duras y reputadas de Portugal, los 100 kilómetros del Grande Trail Serra d’Arga.
Muy cerca de la frontera con A Guarda, en el macizo montañoso de Penedo-Gerês, compitió durante 11 horas, 55 minutos y 54 segundos para completar 4.600 metros de ascenso y cruzar la meta junto a sus perros Hiru y Babi en la quinta posición entre más de 150 atletas —entre todas las distancias de competición se reunieron unos 1.300— y ganarse una medalla como el segundo de la división sénior. «Estoy muy contento, mi objetivo era mejorar el décimo puesto de hace dos años y contaba hacer algo más de doce horas», cuenta.
Tras quedar prendado del monte en una escapada al Penedo do Galo con su pareja, Andrea —que también lo acompañó en el país luso—, y los canes, Coello se inició durante la pandemia en una disciplina que, admite, lo llena más que el balompié. Ahora trata de completar dos ultras cada año. «En el fútbol sentía mucha más presión. Es un deporte en el que jugamos once, no todo depende de ti y, a la vez, tus compañeros dependen de ti. Llegué a no pasarlo bien, me llevaba a casa los malos tragos. En el trail todo depende de mí, no noto esa presión, fue una liberación. Hay competencia, pero también mucho compañerismo, se disfruta de otra forma», explica sobre su cambio.
«En el fútbol sentía mucha más presión. Es un deporte en el que jugamos once, no todo depende de ti y, a la vez, tus compañeros dependen de ti. Llegué a no pasarlo bien, me llevaba a casa los malos tragos»
«Estoy haciendo unos 120 kilómetros de entrenamiento a la semana. En lo que va de año, llevo 3.500. No es tantísimo para hacer ultras», confiesa Juanjo, que mejoró en la Serra d’Arga las sensaciones agridulces que le dejó en junio su estreno en los 74 kilómetros de la implacable Travesera Integral por los Picos de Europa, en Asturias. «Fui con muchísimo respeto, a acabarla sí o sí, y, encima, medio enfermo. Hice casi 15 horas y media y no tuve buenas sensaciones», explica.
4.600 metros de ascenso desde Vila Praia de Âncora
En parte motivado por desquitarse de su sufrida experiencia en la Travesera, el mariñano se lanzó a por todas en el Grande Trail Serra d’Arga, en el que ya había competido en el 2022. «Es una carrera que me encantó por el nivel de la organización, el trato y el recorrido, pero cambia un poco cada año. Hace dos, salimos de Viana do Castelo e hicimos 110 kilómetros con unos 5.400 metros positivos; esta vez comenzamos en Vila Praia de Âncora e hicimos 100 con 4.600 de subida», detalla el corredor federado en el viveirense CD Camovi.
«Tantos kilómetros dan para hacer absolutamente de todo. Hay pisteo, cortafuegos, zonas muy técnicas de piedra sueltas, pasos por ríos y cascadas... Incluso subimos al Santuário de Nossa Senhora do Minho por una calzada romana con zonas que resbalan muchísimo. La primera parte es más llevadera, pero la segunda ya se mete de lleno en la Serra d’Arga y es muy compleja», apunta sobre una competición que superó con suficiencia.
«Viendo los tiempos del año pasado, planeaba andar por las 12 horas. Bajé un poco de ellas. Me sentí muy fuerte, aunque tuve una crisis entre el kilómetro 50 y el 70, más o menos. Me noté sin fuerzas en las piernas, regular de estómago y bajé a la novena posición. Cuando llegué al siguiente avituallamiento, comí bien, me di cinco minutos tranquilos y el cuerpo respondió», dice de una aventura con sorpresa final. «En el último avituallamiento, a seis kilómetros del final, me dijeron que estaba sexto a 20 segundos del quinto, así que traté de apretar para pillarlo. No lo conseguí, pero cuando llegué a meta el speaker dijo que era el quinto. Lo pasé en el avituallamiento y ni me enteré», desvela.
En plenitud a sus 30 años y con el único fin de «seguir disfrutando», Juanjo Coello no descarta afrontar pronto nuevos retos.