Su retirada deja ya a Djokovic como el único exponente del «Big Three»
11 oct 2024 . Actualizado a las 19:28 h.Muchos piensan que el primer encuentro entre Roger Federer y Rafa Nadal se produjo en el Masters de Miami, en 2004, cuando el balear sorprendió por primera vez al suizo, ya por entonces número uno del mundo, por un claro 6-3 y 6-3. Sin embargo, su primer cruce fue una semana antes, en Indian Wells, donde Nadal, haciendo pareja con Tommy Robredo, venció en un encuentro de dobles a Federer y a su compatriota Yves Allegro. Federer conoció al español y, tras intercambiar una conversación en los vestuarios, le invitó a presenciar su encuentro de dieciseisavos de final contra Juan Ignacio Chela.
Nadal, de 17 años, aceptó la propuesta y, junto a Mirka, ahora mujer de Federer, vio cómo el suizo aplastó al argentino perdiendo solo tres juegos. Pocos hubieran podido adivinar que ese joven con camiseta roja sin mangas que presenciaba a Federer volar por la pista acabaría siendo el antagonista y máximo rival del suizo. Más imposible aún imaginarse a ambos, cogidos de la mano en el que fue el último partido de la carrera de Federer, inundados en lágrimas y sabiendo que el adiós del uno anticipaba la marcha del otro. «Con la retirada de Roger, se va una parte de mí», admitió Nadal, que pone ahora fin al Big Three, la edad más gloriosa de la historia del tenis.
Rafa Nadal, Roger Federer y Novak Djokovic han representado la exquisitez en este deporte. Entre los tres han ganado 66 grand slams: 20 para Federer, 22 para Nadal y 24, hasta el momento, para el serbio, que ya puede competir tranquilo sabiendo que sus contemporáneos no le alcanzarán nunca.
A aquel duelo entre Federer y Nadal en Miami 2004 le siguieron 39 más. La perplejidad del suizo ante el huracán que le había pasado por encima pronto se tornó en respeto y en miedo. Nadal ganó seis de los primeros siete partidos ante Federer y dominó la rivalidad con 24 victorias frente a 16 derrotas. El balear le venció en más finales de grand slam (6-3), en más partidos de Masters 1.000 (12-7) y en más finales en total (14-10), además de que le dominó en Roland Garros (4-0) y consiguió derrotar al suizo en su jardín de Wimbledon en el 2008, en el considerado por muchos el mejor partido de la historia del tenis. Este binomio, como toda gran historia, contó con una tercera parte, llamada Novak Djokovic. El serbio, con una infancia completamente alejada de estos dos colosos, criándose entre bombardeos, apareció con Federer y Nadal ya en la cresta y les hizo frente sin el favor del público y con mucho terreno que recuperar. Cuando Djokovic ganó su primer grand slam, en Australia 2008, Federer ya llevaba doce y Nadal, tres.
De los 18 primeros partidos contra Nadal, Djokovic perdió 14. Contra Federer, el de Belgrado ganó dos de sus primeros nueve. Y consiguió darle la vuelta a todo. Al final de la carrera de Federer le había infligido 27 derrotas por 23 del suizo, mientras que a Nadal le dominó por 31-29. Superó los grand slams de ambos, los Masters 1.000, las semanas como número uno, las Copas de Maestros y solo le falta ganar cuatro títulos más para igualar los 103 de Federer.
Juntos se hicieron más fuertes. Su leyenda será perseguida por todos los que empuñen una raqueta. El Big Three, que ahora despide Rafa, siempre se recordará.