Los vigentes campeones son los grandes favoritos a revalidar el título, con los emergentes Thunder de Oklahoma como principal alternativa de poder
22 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Arranca un nuevo curso de la NBA y pocas veces los pronósticos de partida han estado tan volcados hacia un color, el verde de los Boston Celtics. La encuesta anual que siempre se hace a principios de octubre entre todos los directores gerentes de las franquicias suele ser un buen indicativo. Y el 83 % coinciden en que el equipo del trébol es el gran favorito. En segunda posición aparecen los emergentes Oklahoma City Thunder, con el 13 %. Demasiada distancia.
Son los dos grandes favoritos, con un denominador común: en la construcción de ambos proyectos hay dos nombres propios que no juegan ni entrenan, pero diseñan con ojo fino y brillan en el trabajo de confección, de sumar y encajar piezas. Uno es Brad Stevens, el otro Sam Presti.
Los Celtics son un colectivo muy bien estructurado alrededor de la pareja Tatum-Brown. Los Thunder ya sorprendieron la pasada campaña con una plantilla muy joven. Supieron esperar por el larguirucho Holmgren, con Gilgeus-Alexander, Dort y Jalen Williams completando un póker de lujo. Ahora le suman la experiencia y el oficio de Caruso en el perímetro, y se enfrentan ya al primer contratiempo, la lesión del pívot Hartenstein por al menos un mes, llamado a apuntalar la contextura del juego interior.
La de los Celtics y los Thunder se presume como la gran batalla, pero convendrá no perder de vista a unos Denver Nuggets que tienen en Jokic un filón. Si encaja bien Westbrook, tendrán mucho que decir. Lo mismo que los Mavericks de Doncic e Irving, con la incorporación al perímetro de Klay Thompson. O los Sixers de Philadelphia, en los que está brillando el exmadridista Yabusele, y pendientes de que la lesión de rodilla de Paul George, otra de las caras nuevas llamadas a darle un impulso al equipo, se quede en un percance menor.
Tampoco conviene perder de vista a los Phoenix Suns, a cuyo banquillo llega un Mike Budenholfer que fue capaz de ganar el anillo con los Bucks de Milwaukee. Ni a los Knicks, que fueron uno de los grandes animadores del pasado curso y que ahora suman a Karl Anthony Towns a su plantilla. Ni al baloncesto de equipo que despliegan los Minnesota Timberwolves o los Cleveland Cavaliers.
La NBA es siempre una competición muy abierta y prueba de ellos es que son veinte las franquicias que han conquistado el título al menos en una ocasión.
Están las franquicias, pero también los nombres propios que siempre concitan atención. Serán muchas las miradas que estarán puestas en Wembanyama, en su segundo año en los Spurs. Como Gasol en su día, está ganando masa muscular. Si aumenta el tonelaje sin que se resienta la movilidad y la habilidad de sus 224 centímetros, marcará una época.
Por primera vez coincidirán en un mismo equipo un padre y un hijo, LeBron James y Bronny, en Los Ángeles Lakers. Uno tiene 39 años, es el máximo anotador de la historia en la NBA, encara su vigesimosegunda temporada y sigue siendo un jugador de referencia, de primer nivel. El otro debuta con 20 años y con el peso del apellido a cuestas.
Está por ver el rendimiento de los jugadores que llegan a través del draft, pero de momento se incorpora la remesa que menos expectación ha levantado en los últimos años. No hay más que recurrir a la comparación. Los cinco elegidos en primer lugar en el último lustro fueron Wembanyama (San Antonio), Paolo Banchero (Orlando), Cuninngham (Detroit), Anthony Edwards (Minnesota) y Zion Williamson (Nueva Orleans). El francés Zacharie Risacher, el número uno de este verano, nació en Málaga en el 2005, cuando su padre Stéphane jugaba en el Málaga. El alero se formó en el baloncesto galo y ha sido elegido por Atlanta.
Jordi Fernández y Aldama
Será también el curso del histórico debut de un español como entrenador jefe, Jordi Fernández, al frente de los Brooklyn Nets. Por contra, en el capítulo de los jugadores, solo habrá un representante, Santi Aldama, en los Memphis Grizzlies, que esperan como agua de mayo el regreso del díscolo Ja Morant. El jugador canario encara su cuarta temporada en la liga profesional americana. Será clave para su futuro, ya que termina contrato y a la conclusión podrá negociar su futuro como agente libre.
Stephen Curry, el que más cobra
La campaña que está a punto de comenzar tiene en Stephen Curry, el base de los Golden State Warriors, al jugador mejor pagado. Encabeza la tabla salarial con 55,7 millones de dólares. Otros cuatro están por encima del umbral de los 50 millones Nikola Jokic, de los Denver Nuggets (51,4); Joel Embiid, de los Sixers de Philadelphia (51,4); Kevin Durant, de los Phoenix Suns (51,1); y Bradley Beal, de los Suns (50,2). En 49,2 millones están Jaylen Brown (Boston Celtics), Karl Anthony Towns (New York Kincks), Devin Booker (Phoenix Suns), Paul George (Sixers de Philadelphia) y Kawhi Leonard (Los Ángeles Clippers).