Pese a las amenazas veladas del Gobierno, formalizó su candidatura a la presidencia con el doble de avales que sus adversarios, Gomar y Merchán
04 dic 2024 . Actualizado a las 12:03 h.«No voto a la RFEF, pero trataré de influir vía persuasión en el perfil del candidato». Fue la velada advertencia que el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Rodríguez Uribes, lanzó en una entrevista a ABC, en pleno proceso electoral de la Federación, apenas 30 horas antes de que finalizara el plazo para presentar las candidaturas a presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Días atrás, varios medios habían publicado que el CSD denunciaría a Rafael Louzán ante el TAD si diera el paso de presentarse, a pesar de que la orden ministerial que regula el proceso, redactada solo unos meses antes, avala al dirigente de Ribadumia. El artículo 17.3 obliga al candidato a «no estar inhabilitado para ocupar cargos directivos o de representación en el ámbito deportivo por resolución firme en vía administrativa dictada por el órgano disciplinario competente, ni estar inhabilitado para el desempeño de cargo público o de representación por sentencia judicial firme, ni estar inhabilitado en el ámbito deportivo por resolución definitiva de un Tribunal Deportivo, una federación nacional o internacional». La condena de la Audiencia de Pontevedra de siete años de inhabilitación para cargos públicos de Louzán está todavía recurrida en el Supremo y no es firme. Además, la propia RFEF recoge en sus estatutos que «es una entidad asociativa privada, de utilidad pública»; por lo que, según entiende el entorno de Louzán, tampoco le afectaría esa sentencia.
Esa fundamentación jurídica ha permitido al actual presidente de la Federación Gallega recabar apoyos de todos los estamentos del fútbol. Este martes dio el paso, ignoró las presiones del Gobierno y presentó 55 avales de un total de 141 asambleístas con derecho a voto. Su equipo asegura que tiene más, pero con 21 eran suficientes para cumplir el trámite.
La mayoría de territoriales le apoyan. Entre ellas la Catalana y la Madrileña, dos de los buques insignias del fútbol español. También la propia Liga, pues Louzán fue uno de los pocos barones que en su día fue oposición y plantó cara a Ángel María Villar.
El propio Javier Tebas salió en su defensa en el diario As: «Tenemos que preservar la presunción de inocencia. Louzán no tiene una sentencia firme y por lo que ha sido condenado no tiene nada que ver con la gestión en el ámbito deportivo. Así que, hasta que no haya una sentencia firme, vemos que tiene la capacidad adecuada para dirigir la Federación. Lo que me sorprende mucho es que todos aquellos que guardaron en cajones las denuncias de corrupción, que yo personalmente puse, sean ahora los adalides de la moralidad. Y, con más razón, cuando decían que no se podían continuar los expedientes de Rubiales, que tenían que ver con la gestión del fútbol. Ahora no se pueden dar lecciones sobre si el señor Louzán es buen o mal candidato. Lo importante es que no hay una sentencia firme y esa sentencia no tiene que ver con la gestión del fútbol. Es evidente que hay una campaña de desprestigio hacia él».
Aunque Louzán no cedió ante las presiones, el proceso electoral sí ha quedado condicionado por la intervención del CSD. De ahí que otros dos candidatos se animaran a presentar el mínimo de avales, a pesar de saber que en condiciones normales no tendrían opciones ante Louzán. Las opciones de ambos pasan por conseguir que el TAD detenga el proceso e inhabilite al dirigente gallego. Sin esa posibilidad en el horizonte, seguramente Louzán sería hoy el único candidato.
De los dos rivales, Sergio Merchán, presidente de la Extremeña, comparte ideas e incluso apoyos con Louzán. Sería una vía si descabalgaran de la batalla electoral al de Ribadumia. Su gran oposición la encarna el valenciano Salvador Gomar, el mismo que hace unos días envió un mensaje a sus compañeros de las territoriales diciéndoles que se retiraba «en aras a la unidad». Gomar traicionó su propia palabra y presentó 26 avales. Cuenta con los apoyos de las federaciones vascas, de Baleares, de Castilla-La Mancha y de la Andalucía de Pablo Lozano, exsecretario general de las Juventudes Socialistas de Córdoba. Un detalle, este último, que no es menor, en un proceso politizado.
Louzán, Merchán y Gomar dieron el paso y presentaron sus candidaturas. Falta por ver cuántos de los tres llegan al 16 de diciembre, el día de la Asamblea General de la RFEF. La partida sigue.
Plazo hasta el viernes para impugnar ante el TAD
Una vez presentadas las tres candidaturas a la presidencia de la RFEF, hoy debería ser la proclamación de las mismas por la Comisión Electoral, tal y como establece el calendario del proceso. Habrá hasta este viernes para impugnarlas ante el TAD, que es el organismo que vigila el proceso. Está por ver si el CSD cumple su amenaza y denuncia a Louzán.
Pasado este tiempo, las candidaturas ya serán oficiales de cara a la votación, que se llevará a cabo en la Asamblea General del 16 de diciembre.