Once irregularidades en 26 avales ponen en duda la candidatura a la RFEF de Salvador Gomar

Iván Antelo REDACCIÓN

DEPORTES

ZIPI ARAGON | EFE

Rafael Louzán impugnará ante el TAD, antes del viernes, la candidatura del barón valenciano tras la moratoria que le dio la junta electoral al entender que no se acoge a la legalidad

04 dic 2024 . Actualizado a las 20:39 h.

Sigue la guerra encarnizada en las elecciones a la presidente de la RFEF. La junta electoral aprobó la candidatura de Salvador Gomar, tras una moratoria de diez horas, a pesar de que el presidente valenciano presentó once de sus 26 avales con irregularidades. Rafael Louzán y Sergio Merchán impugnarán esta decisión ante el TAD antes del viernes ya que entienden que ese aplazamiento dado, para que resolviera esos errores, no era legal.

La madrugada fue intensa. A las 23.59 horas de este martes se cerró el plazo para recibir avales y, minutos después, Rafael Louzán intervino en la Cope, en calidad de presidente de la Federación Gallega, para exponer sus esperanzas de que el Tribunal Supremo le dé la razón en su disputa judicial (fue condenado por la Audiencia con una inhabilitación de siete años), sobre todo después de que fuese admitido su recurso de casación, «algo que sucede muy pocas veces, en un porcentaje muy bajo».

Apenas un puñado de horas después, en plena noche, su teléfono ya estaba sonando. Hasta el punto que tuvo que cancelar otra entrevista en Marca para reunirse con su equipo de trabajo, a la vista de que habían detectado irregularidades en al menos siete avales de Salvador Gomar (posteriormente detectaron hasta once).

Por la mañana, la junta electoral, que debía proclamar en ese instante a los candidatos, anunció un aplazamiento hasta las 20.00 horas para que se subsanasen errores. Hacían referencia a los avales del Mallorca y de la Federación Navarra, que pertenecían a Louzán y a Sergio Merchán; que no eran decisivos para sus proclamaciones; pero sobre todo con los once de Gomar (de 26), que de no ser solucionados apartarían de la lucha al barón valenciano.

En concreto, los avales no cumplirían con lo estipulado en el artículo 38.3 de los estatutos, en relación con la firma digital de los clubes Sporting Huelva, Collarense, Villarreal y Deportivo Huétor; así como el de los barones balear y andaluz; y el de los asambleístas Mazuecos Morales, Vegas Aragón, Rodríguez García, Bueno Rodríguez y García Manzano. El aval de este último contendría, incluso, tachones y sobreescrituras.

Louzán y Merchán mostraron su disconformidad, desde ese primer momento, con la moratoria dada y avisaron de que impugnarían ante instancias superiores si finalmente Gomar era proclamado candidato. Explicaron que un error en una firma digital no se podría corregir fuera del tiempo estipulado por el calendario electoral.

Y es que al barón valenciano quizás le pasaron factura sus vaivenes emocionales. El pasado miércoles estaba convencido en presentar su candidatura y en la noche del jueves anunció su retirada «en aras de la unidad», tras una tensa merienda con Louzán. Tras el fin de semana, el barón castellano-manchego, Pablo Burillo, habitual opositor a todos los presidentes que ha tenido la RFEF, convenció a Gomar de que volviera a la batalla; apoyado en otros presidentes de territoriales que vieron la opción de conseguir cargos significativos en la futura RFEF si el valenciano accedía al poder.

El último en sumarse fue el andaluz Pablo Lozano (socialista), el mismo martes en el que además Gomar le ofreció al empresario Juanma Morales unir sus proyectos, a cambio de un cargo (como manifiesta el propio Morales). Esas firmas a contrarreloj son ahora las que juegan en su contra.