Carrasco falló en la última jugada del partido un penalti que deja al equipo del Cholo fuera de la Champions y con riesgo de no competir ni la Europa League
26 oct 2022 . Actualizado a las 23:28 h.Víctima de sus errores, de su desgobierno, de los desatinos tácticos de Simeone y de su falta de contundencia en ambas áreas, sobre todo la propia, el Atlético consumó ante un buen Bayer Leverkusen su desastre en la Champions. Ni, de penalti, en la última jugada de la noche con Carrasco como protagonista y no Griezmann, fue capaz de ganar y mantener sus constantes vitales.
A falta de un partido, el equipo del Cholo está fuera de la máxima competición continental y corre serio riesgo de quedarse incluso colista de grupo. Un equipo que solo ha sido capaz de vencer en el partido inaugural al Oporto, y de milagro, y que ante Brujas y Leverkusen solo ha sumado dos puntos en cuatro partidos, no se merece más. Un palo económico y deportivo que cuestiona todavía más la continuidad del entrenador argentino a final de curso.
El hecho de que Joao Félix solo entrase en los minutos finales, cuando el choque seguía 2-2 tras una noche de toboganes emocionales no aptos para cardíacos, solo confirma el divorcio entre un preparador al que su grada ya no aclama y un Menino que estaba llamado a ser el jugador franquicia y ahora quiere salir en el mercado invernal, más pronto que tarde.
La penúltima jornada de Champions comenzó torcida para el Atlético porque la victoria contundente del Oporto en Brujas le complicaba todavía más la supervivencia. Pero, incluso así, abrió su duelo ante el Leverkusen con la ventaja de depender de sí mismo. Si vencía a un equipo teutón que se presentaba en crisis y la semana que viene en Do Dragao, estaría un año más en octavos. Un milagro tras ser incapaz de marcar un gol en los tres duelos europeos precedentes.
Con las novedades de Hermoso, muy sorprendente en un día clave porque Savic es titularísimo, y Carrasco, salieron los colchoneros con las premisas de someter al equipo de Xabi con dominio, paciencia y toque. Sin embargo, un error en la salida de Griezmann, que intentó hacer un caño, perdió el balón y teatralizó reclamando una falta inexistente, preludió el 0-1. Andrich le robó la cartera al francés y Diaby definió con sutileza tras un gran pase. Más dificultades aún para el Atlético.
Dentro de lo malo, tuvo la fortuna y el acierto el equipo del Cholo de que igualó relativamente pronto, fruto de una combinación notable entre Reinildo, Correa y Griezmann, definida por Carrasco con un tiro seco y raso desde la frontal. Quedaban casi 70 minutos para consumar la remontada, pero el Atlético se pegó enseguida otro tiro en el pie.
Correa quiso hacer una ruleta en la frontal de su propia área, fracasó y la jugada acabó en el gol del inglés Hudson-Odoi. Desastre colchonero y enorme la presión en bloque alto ordenada por el técnico tolosarra. Desde ahí hasta el descanso, el representante español fue pura impotencia y desorden, a merced de un adversario crecido, envalentonado y con las ideas más claras. Incluso Oblak salvó el tercero.
Mejor con De Paul
Se reanudó el duelo con Saúl y De Paul dentro, y Hermoso y Correa señalados. Witsel, como en los primeros compases del curso, ejerció de central. Y, sobre todo, con un Atlético mucho más agresivo en las disputas y vertical en las combinación. No se habían cumplido ni cinco minutos cuando el recién ingresado centrocampista argentino firmó el empate merced a un gran disparo de rosca desde la frontal que encendió de nuevo el Metropolitano.
Quedaba un mundo y la sensación de que los colchoneros salvarían una situación límite a partir de la defensa, del equilibrio, de templanza. El Cholo quería todavía más vértigo y por eso introdujo a Cunha por Morata tras un par de buenas ocasiones erradas por Griezmann. En pleno bombardeo colchonero, Saúl también rondó el gol, esta vez con la testa. Respondió Diaby en un contragolpe en el que fue mucho más veloz que Giménez, pero le frenó Oblak, enorme también a disparo de Paulinho.
El tramite entraba en su recta final. Era un todo o nada. Y Joao Félix seguía esperando. Entró a tres del final, más el descuento, por el lesionado Giménez. El duelo estaba terminado, ya que Turpin incluso había pitado el final, pero desde el VAR le persuadieron de un penalti por mano de Hincapie. Carrasco falló la bola extra y Saúl cabeceó al travesaño, a portería vacía, tras el rechace del portero. El mejor resumen de lo que ha sido su fase de grupos. El Atlético en estado puro.
Atlético: Oblak, Molina, Giménez (Joao Félix, min. 87), Hermoso (Saúl, min. 46), Reinildo, Correa (De Paul, min. 46), Witsel, Kondogbia, Carrasco, Griezmann y Morata (Cunha, min. 61).
Bayer Leverkusen: Hradecky, Kossounou, Tapsoba (Tah, min. 61), Hincapie, Frimpong, Andrich, Amiri, Bakker, Diaby (Paulinho, min. 76), Hlozek (Fosu-Mensah, min. 89) y Hudson-Odoi (Adli, min. 61).
Goles: 0-1: min. 9, Diaby. 1-1: min. 22, Carrasco. 1-2: min. 29, Hudson-Odoi. 2-2: min. 50, De Paul.
Árbitro: Clément Turpin (Francia). Amarilla a Xabi Alonso, Hradecky, Bakker, Hincapie, Giménez y Kondogbia.
Incidencias: Quinta jornada de la Liga de Campeones en el grupo B.