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Un Mercedes 170 y dos Ford A constituyen las joyas de la pequeña colección Padre e hijo se llaman José Miranda, viven en Riveira, lugar de San Andrés de Vea, y su pasión compartida es la recuperación de viejos coches. El hijo es técnico electrónico, y el padre tiene su trabajo en la carretera con su camión; no heredaron del abuelo la afición a estos coches, ya que nunca tuvo vehículo propio. Hace diez años compraron en Vilalba un «cacharro» fabricado en 1936; era el «esqueleto», y poco más, de un Mercedes 170. Hoy, el vehículo es la joya de una pequeña colección de coches antiguos.
25 sep 2001 . Actualizado a las 07:00 h.REDACCIÓN A ESTRADA Los restos del Mercedes 170 procedían de Asturias. Padre e hijo pagaron por ellos casi un millón de pesetas. Después, y con calma, tocó restaurlo, casi reconstruirlo. Algunas piezas del viejo motor, bastantes deterioradas, fueron sustituidas por otras creadas en talleres o adquiridas en Alemania, donde existen tiendas especializadas con todo tipo de repuestos para coches antiguos; al mismo tiempo, trabajaron en la necesaria reposición de chapa y pintura. En un año, el Mercedes 170 ya se parecía al que salió de fábrica hace 65 años. Pero los Miranda no pararon ahí. Poco después el padre adquirió en Valladolid un Ford A del año 1928, en bastante buen estado y con motor; costó bastante. Meses después consiguió otro vehículo idéntico pero muy viejo, casi desmontado y con piezas que se quitaron para el primer Ford citado. Los coches acabaron en San Andrés de Vea, donde se repitieron los trabajos de recuperación que los Miranda hicieron con el Mercedes. Recuperación costosa En los tres casos, los gastos para devolver a los viejos vehículos su anterior brillo, presencia y la carburación superaron los importes de las adquisiciones. La colección se incrementó poco después con un Seat 1.500 de los años sesenta, comprado en Santiago, y un Seat 600; su restauración aún va despacio. Padre e hijo recibieron en los últimos años diversas ofertas de venta de viejos coches -algunos son Citroen 11 y otros turismos de los años cincuenta y sesenta- pero a ellos les ilusiona más, en estos momentos, conseguir un Hispano Suiza o un Rolls Royce.