La Encomenda do Cocido sumó ayer diez nuevos integrantes. En un consistorio abarrotado, dos prometieron ?Carlos Romero, presidente de la Fundación San Pablo-CEU, y María Seguí, directora general de Tráfico? y siete juraron: hasta por partida triple Juan Carlos Escotet, fundador de Banesco y nuevo propietario de NCG, quien proclamó «Xuro, xuro e xuro». Con su profesión, es de esperar que fuese verbo y no sustantivo. Falta en la relación Punset, que ni juró ni prometió; a cambio, aseguró: «Tengo prisa en defender el Cocido de Lalín».
En las intervenciones, Pedro López Jácome, integrante del consejo de administración de Banesco y Banco Etcheverría y con orígenes por parte materna en la parroquia lalinense de Botos, se ganó los aplausos del público al asegurar que en su Venezuela natal su madre «siempre me enseñó el amar a Lalín y a Galicia». Escotet, por su parte, manifestó que recibía el nombramiento con humidad y profunda satisfacción, recordando que sus padres se llevaron a Venezuela al emigrar tras la Segunda Guerra Mundial el cocido, aunque el astur-leonés, por ser sus tierras de origen. Agradeció «el cariño de esta tierra desde que llegamos, con compromiso de largo plazo, para devolverle lo que se merece: banca del primer mundo».
Román Rodríguez, que se fundió en un abrazo largo con Crespo tras ser investido comendador, fue el primero en referirse ayer al Cocido como «unha poderosa ferramenta de diplomacia», para promocionar Lalín y por ende Galicia. Crespo glosó las motivaciones de los nombramientos, una nómina que completaron junto a los ya mencionados Luis Fernández Vilela, Enrique Cerezo, Millán Mon y Nava Castro. La anécdota, cuando el latín de Crespo en el nombramiento de esta última sonó a italiano: el presentador, Xacobe Pérez, lo hizo notar. «Coidado que pódote cesar», bromeó Crespo. «Eso está a la orden del día», replicó rápido Pérez Paz.