El trío salvaje de la cerveza artesanal

Serxio González Souto
serxio gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

DEZA

ADRIÁN BAÚLDE

Quédense con su nombre. Oh Mamma es la primera de una serie de creaciones que darán que hablar

08 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

En apenas cuatro semanas han despachado setecientos litros de sus dos primeras creaciones. Se trata de una blonde ale elaborada en la fábrica ourensana de In Pecatum y una spice strong ale que nace en el centro de I+D que posee Super Bock, la compañía portuguesa que no ha perdido el interés por el trabajo al detalle y en las distancias cortas pese a las gigantescas proporciones que ha adquirido su negocio. Ambas se presentan, junto a una tercera propuesta, una belgium blonde ale que está dando sus primeros pasos, bajo la línea Oh Mamma, ideada desde Vilagarcía por dos hosteleros, Óscar Piñeiro (Rock Bar Miúdo) y José Dieste (de la vinoteca Derby), a los que Juan Cortón suma su experiencia como uno de los paladares pensantes que alumbraron, también en la capital arousana, aquella gran cerveza que fue Suevia. Juntos forman Wild Threesome, una alianza que promete dar que hablar en su empeño por posicionar a las Rías Baixas en general, y a la de Arousa en particular, en el notable concierto de las cervezas craft. Artesanas, para entendernos.

«Si buscas wild threesome en Google encontrarás cosas muy calenturientas, y eso es precisamente lo que buscamos, un toque de humor que guarde referencia a nuestras personalidades», explican los miembros del trío salvaje, cuya denominación en inglés remite, efectivamente, a lo que Heredeiros da Crus llamarían «fregas de unto vivo» a seis manos. La idea de lanzarse al mundo de la cerveza craft parte de sus conversaciones de apasionados de la malta, el lúpulo y la levadura, otro trío, en este caso de ingredientes básicos del fermentado más célebre y antiguo del planeta. Nuestros muchachos apuestan por un concepto nómada. Que básicamente consiste en trabajar con diferentes fábricas de cerveza. «Esto nace porque somos unos enamorados de la cerveza; nos juntábamos, probando unas y otras, y así surgió la idea de hacer nuestra propia cerveza y de buscar una fábrica con la que colaborar».

Concebir una receta

Lo primero que hay que hacer es, naturalmente, concebir una receta, pulir sus ingredientes y marcarse un objetivo. «Es entonces cuando se la transmitimos al fabricante y nos responde si se puede hacer o no, además de plantear sus sugerencias para afinarla». Ahí surge Super Bock. «Nos abrieron sus puertas completamente, tienen en Portugal unas instalaciones propias de cerveza craft, además de una zona micro para el I+D que constituye toda una garantía». No es habitual que el fabricante luso acepte trabajar con un cervecero a las primeras de cambio, así que en este punto reside una de las primeras pistas acerca de la calidad a la que apunta el proyecto de los tres birrómanos arousanos. De su colaboración emerge la Oh Mamma spice strong ale, «una cerveza seria, con connotaciones potentes; al más puro estilo belga, pero buscando que sea fluida, con un toque de anís estrellado y jengibre, y una graduación de ocho y medio».

La versión blonde ale nace, en cambio, en las instalaciones que In Pecatum gestiona en Ourense. «Son una de las dos o tres grandes referencias que tenemos en Galicia, exportan casi todo en craft, a Estonia, a Rusa, a Polonia, a Portugal, con el mismo concepto de calidad que nos guía a nosotros». El resultado es una cerveza ligera, fácil de beber, la única que además de comercializarse en barril lo hace también embotellada. «Necesitábamos, para empezar con el gran público, que la gente viese algo diferente, una cerveza fresca, con una infusión de cilantro y cáscara de naranja, ideal para beber en verano». He aquí otro concepto en el que el trío salvaje incide: la estacionalidad, la idea de que la cerveza que uno consume bajo el sol de agosto (es un decir), no tiene por qué ser la misma que uno abriría al calor de una lareira.

La búsqueda de las raíces

Oh Mamma puede degustarse en Vilagarcía, pronto estará disponible en Ribeira, en Pontevedra y más allá. «Somos ambiciosos, pero sin pretensiones», anuncia el trío de cerveceros, que en su búsqueda de unas raíces propias apuntan lejos. Ciertas uvas de grandes resonancias en las Rías Baixas pueden acabar burbujeando en una birra. Avisados estáis.