El lunes 23 de agosto arrancará una nueva aventura para el A Estrada Futsal con los primeros entrenamientos de la pretemporada. De nuevo, el conjunto azulón competirá en la Segunda División B, una categoría a la que se adaptó a la perfección el año pasado con una plácida salvación y la sensación de quedarse cerca de pelear por un premio más jugoso.
Este año, con Oscarín en el banquillo, el equipo estradense buscará repetir la permanencia, pero no desdeña el poder competir para meterse entre los cuatro primeros de un grupo con un formato muy diferente al del año pasado, lo que aumentará la competitividad y la igualdad de la categoría. «El objetivo principal es la permanencia, eso está claro, pero no vamos a dejar de mirar para arriba. Nosotros deberíamos estar peleando entre los cuatro primeros», señala el entrenador.
El competir contra clubes de fuera de Galicia, a diferencia de la temporada pasada en el primer grupo, hace que todo se iguale, por lo que la propia permanencia será más cara. «No es lo mismo jugar en el grupo gallego que tener que viajar a destinos como Palencia, Valladolid o Salamanca», reconoce. El A Estrada Futsal tendrá que viajar además de a estas ciudades, a Segovia y Mieres, salidas que tanto económica como deportivamente son escollos para los azulones. «Vamos a competir con equipos de mucho nivel como el Albense, el Segosala, el Arroyo o el Guardo, que fue campeón el año pasado. Todos los equipos son muy parejos y salvo alguna sorpresa, los partidos serán muy igualados», afirma.
Nuevo ciclo
Tras tres años con Paco Garabal en el banquillo en una época de éxitos y alegrías, la tarea de un viejo conocido como Oscarín no será sencilla, aunque su bagaje en categorías inferiores y como jugador generan confianza entre los aficionados y miembros del club. Para esta andadura el entrenador va a contar con antiguos compañeros como Marcos Sesar, además de una plantilla que tampoco ha cambiado demasiado y que para Oscarín «en varias facetas mejoramos el nivel del año pasado». Las salidas de Edu y Martín Varela al SP Estrada y de Adrián Cao por motivos académicos, fueron compensadas con los fichajes de Samu Monín, Xosé Rey e Isma Brea.
«Esta plantilla tiene mucho compromiso, es un buen bloque y joven, con mucha hambre. Los futbolistas que salieron no los conozco porque ni los entrené ni jugaron conmigo, pero a los que fichamos sí», apunta el técnico. Un entrenador que tendrá su debut al frente de un equipo sénior, después de entrenar en categorías inferiores, un reto especial 18 años después de su llegada al Coto Ferreiro.