A Estrada tiene mucho que decir en el audiovisual gallego. Quedó claro en la de la vigésima edición de los premios Mestre Mateo, donde se dejaron ver muchas caras estradenses. De nominados o de profesionales vinculados a diversos proyectos del sector. Una foto de familia antes del inicio de la gala hizo patente el poderío estradense. De izquierda a derecha pueden verse al actor y cantante Xoán Reices —que está en el reparto de una de las películas nominadas, Eles transportan a morte—, al músico Manuel García Vicente, a la fotógrafa Ariadna Silva y a Lucas Terceiro —con una nominación como director en la categoría de Mejor anuncio publicitario y dos como director de fotografía y productor ejecutivo en las categorías de Mejor Corto y Mejor Webserie—. En la instantánea están también la actriz Cristina Andrade, la galerista Lucía Carballeda, el director artístico Samuel Lema y la productora Silvia Fuentes. Y faltan todavía otros estradenses con presencia en la gala del audiovisual gallego, como la periodista Marga Pazos —también nominada en la categoría de Mejor anuncio— y la maquilladora Nerea Sánchez.
El gran protagonista de la noche fue Samuel Lema, que por segunda vez logró llevarse a casa una estatuilla. Lo hizo como director de arte de la película Jacinto, una comedia negra de terror con tintes de slasher protagonizada por Pedro Brandariz. Según explica Lema, era una película con un presupuesto muy bajo en comparación con otras competidoras. No obstante, la cinta logró el premio del público en Sitges, lo que posiblemente le abrirá las puertas a su estreno en salas cinematográficas. Lema trabajó en Jacinto con Cristina Rodest —su mano derecha—, José Perozo y Guillermo Botello (atrezzistas de avance), Lúa Gándara (gráfica y ayudante de atrezzo) y Tanis Villar (atrezzista de rodaje).
El estradense, en su faceta de director, está trabajando ahora en dos proyectos. El más inmediato será Lía, la historia de una adolescente víctima de acoso. En el futuro prevé rodar en A Estrada con la productora Wecom Surribas, sobre los siete asesinatos cometidos en 1989 por el vecino de Chantada Paulino Vázquez tras sufrir un brote psicótico.