El desapacible tiempo de los últimos días respetó la noche de San Juan y permitió celebrar decenas de lumeiros por toda la comarca. Algunos se habían desconvocado por la incerteza meteorológica. Los que decidieron arriesgar, acertaron. En algunos casos, la lluvia amenazó con aguar la jornada. Sucedió en el área fluvial de O Areal, en Berres (A Estrada), donde sobre las once de la noche cayeron cuatro gotas que afortunadamente no llegaron a más. Al final, el mágico ritual de encendido de la hoguera pudo celebrarse, aunque con menor afluencia de público que en la época prepandemia. En Silleda el barrio de As Baratas saltó la hoguera tras la actuación de la Banda y la exitosa recogida de hierbas para elaborar el cacho del miércoles, en la que participaron unas cuarenta personas. La noche de las cacharelas transcurrió sin incidencias en toda la zona.