Andrea González busca con Planeta Ecco cuidar la piel y el medio ambiente
10 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.A la estradense Andrea González García la pandemia le sentó muy bien. El coronavirus la pilló estudiando teatro en Argentina y, a falta de otras ocupaciones, empezó a investigar sobre botánica, cosmética y medicina natural. «Siempre había tenido ganas de estudiar medicina con plantas, pero nunca encontraba el tiempo. Cuando hubo que encerrarse en casa vi que era el momento. Me compré libros y, con el método de prueba-error, empecé a crear mis propios productos y a mejorarlos. La cosa fue yendo de menos a más y la gama de productos fue creciendo», explica Andrea González.
La estradense empezó haciendo jabones de distintos tipos al tiempo que seguía profundizando en la cosmética natural. Libros, cursos on line, cursos presenciales e intercambios le sirvieron para ir aprendiendo todo lo que sabe. «Conocí a un chico que se dedicaba a esto. Durante una temporada yo atendía su tienda y él me enseñaba lo que sabía», explica Andrea González.
Declaración de intenciones
Pronto surgió la idea de convertir la cosmética en un medio de vida, así que la estradense creó su propia marca. Le llamó Planeta Ecco. El nombre es toda una declaración de intenciones. La palabra eco es una referencia obvia a lo ecológico, así que la marca alude al deseo de contribuir a construir un mundo más ecológico. Pero además el nombre tiene una segunda intencionalidad. «Hablando sobre la marca con un amigo italiano surgió la palabra «ecco», que en italiano significa algo así como «¡Eso es!» o «¡Eureka!», y me gustó ese juego de palabras», explica.
La filosofía del nombre se traslada a toda la actividad de la empresa, que, en un ejercicio de coherencia, no utiliza plásticos como envoltorio. «Muchas veces compramos un champú sólido que viene envuelto en un plástico. No tiene sentido. Hay que cuidar el planeta», dice Andrea González.
Planeta Ecco empezó vendiendo jabones en Argentina y hoy ofrece una amplia gama de productos cosméticos en ferias y a través de Instagram. «En Argentina vendía en ferias y en tiendas físicas. Allí es más fácil. No hay tanta burocracia. De hecho viví de eso durante mi estancia allí», explica. En la actualidad, la productora vive en Lugo y tiene en catálogo desde jabones, champús o acondicionadores, hasta velas, barras de cacao o pintalabios.
Detrás de todos ellos está la misma filosofía: el cuidado a la piel y al planeta. Las velas, por ejemplo, se fabrican con cera de soja y no con parafina, que es más barata pero es un derivado del petróleo que puede causar problemas de salud y contaminación ambiental. Las velas de soja, además de no contaminar, tienen un punto de fusión menor al de la parafina, lo que ayuda a preservar los beneficios de las esencias y de las hierbas. Además, estas velas duran más que las otras.
Sin químicos
Todos los productos de Planeta Ecco son naturales, veganos y 100% artesanos. «No pasan por ningún proceso industrial ni llevan sulfatos, siliconas ni químicos. Tampoco aromatizantes artificiales», cuenta la estradense. «Al ser todo a base de aceites es mejor para la piel y para el planeta. Al final todo acaba en el desagüe. No es que el mar necesite aceite de lavanda, pero es mejor eso que los químicos», cuenta Andrea González.
«Estos productos también son mejores para la piel, especialmente para las sensibles. A veces usamos un gel malo y nos seca la piel y entonces tenemos que comprar una crema. Son todo parches. Se puede consumir menos con productos más naturales y de mejor calidad», dice.
Directora del Aula de Teatro de la USC en Lugo
Andrea González no vive solo de la cosmética. Compagina esta actividad con su otra gran pasión: el teatro. Dejó A Estrada a los 18 años para estudiar en Madrid Artes visuales y danza. Se especializó en Teatro físico e hizo un máster de Gestión cultural. Tras vivir en Madrid, Londres, Argentina, A Estrada o Santiago, en la actualidad se ha asentado en Lugo, donde trabaja como directora del Aula de Teatro de la USC en la ciudad. De octubre a abril está centrada en el teatro y solo acude con su cosmética a alguna feria navideña. En verano, aprovecha la temporada de ferias y festivales para comercializar sus productos. Como directora teatral trabaja con un grupo de estudiantes con el que en abril estrenará una pieza sobre el suicidio adolescente y con otro de alumnos del IV Ciclo con textos de García Lorca.