
Los rojillos golean por 4-1 al segundo clasificado en un completo partido
23 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.El Estradense se vistió ayer de gala en uno Novo Municipal abarrotado de público para celebrar por anticipado y con fútbol su fiesta anual, en esta ocasión tan especial por su centenario. Los rojillos aplastaron a un Racing Vilalbés desnortado, en especial en la primera mitad, con Porrúa y Jaichenko estelares por las bandas. Un contundente 4-1 final que supone un triunfo de prestigio para los locales, tras sucumbir en caso con otros de los gallitos del grupo. En esta ocasión doblegaron a un segundo clasificado que atesoraba unos números aterradores, con su última derrota en la jornada quince, allá por mediados de diciembre.
Los visitantes saltaban al césped con tres centrales, pero con presión ya casi en la portería del Estradense. Los locales por su parte comenzaban con un estilo de juego bien definido, de toque desde atrás y con la posesión del balón como objetivo. Llegaban las primeras escaramuzas y a los siete minutos los rojillos tenían su primer acercamiento serio, para en la siguiente jugada de ataque sumar el 1-0. Una pérdida en medio campo al presionar Porrúa a Martín les permitió recuperar el balón y el pase lo aprovechada Víctor Gamarra.
Control del partido
Esa primera ventaja en el marcador afianzaba el juego de los estradenses, mientras el Racing Vilalbés no encontraba su sitio sobre el campo. La defensa con tres centrales parecía atragantarse, erráticos además en el medio del campo. Incluso el entrenador decidía modificar el dibujo subiendo al centro a Javi Varela, sacrificado después en el descanso. Las ocasiones se decantaban más para las filas locales, aunque en el minuto 33 un error atrás posibilitó un disparo de David García que obligó a lucirse a Israel. Pero en la contra los rojillos volvieron a mostrar su mordiente en el robo de balón, yéndose Jaichenko para dejar un exquisito pase al hueco que Porrúa aprovecha al colarse por la espalda de la defensa. Un tanto que subía un 2-0 en el 35 que hacía justicia a los méritos de ambos equipos. Antes del descanso una parada de Santomé y un córner sin consecuencias del Vilalbés, que firmó un pobre bagaje en esos 45 primeros minutos.
Alberto introducía dos cambios al descanso en busca de revolucionar el juego visitante, entrando al campo un viejo conocido de la afición rojilla. Borja Míguez se convertía ya desde el primer minuto en un estilete arriba, con un Racing Vilalbés volcado hacia la portería defendida por Israel, con los rojillos entrando peor al campo tras la reanudación. Un rival más ofensivo que comenzó a acumular ocasiones, las primeras claras ya en el 49 y el 50 que obligaron a Israel a intervenir. Una indecisión local, que buscaba capear esa salida en tromba retrasando líneas, generó un cabezazo de Edgar en el 53 que se estrelló en el larguero.
Los rojillos apenas lograban inquietar en ataque, con un tiro en el 55 de falta directa de Víctor Gamarra que se fue lejos de los tres palos. Poco después firmaban una gran combinación pero Porrúa, el mejor de los locales, fallaba cuando ya casi se cantaba en la grada el 3-0 que hubiese poco menos que sentenciado el partido. Tocaba fajarse, con un Vilalbés que de nuevo en el 61 y el 63 gozaba de ataques peligrosos.
Como dice el refrán tanto va el cántaro a la fuente que al final termina por romper. La intensidad y presión visitante daba sus frutos en el minuto 66 con una entrada por banda, pase a Borja Míguez que a su vez ve solo de marca a Javi Rey, quien bate a Israel a placer. Un 2-1 que dejaba las espadas por todo lo alto. Manuti decidía refrescar a su equipo, que parecía algo cansado tras el esfuerzo de la primera mitad, con la entrada de Mella. Había algunos nervios atrás pero se lograban controlar tras esos veinte minutos de vendaval visitante, equilibrándose el juego. Las ocasiones brillaron un tiempo por su ausencia, con nuevos cambios locales para oxigenar, retirando a sus dos primeros goleadores, Porrúa y Gamarra.
Quedaban diez minutos y se esperaba un arreón final visitante pero no llegó por el baño de agua fría del 3-1 en el 82. Una falta que saca Juanín al borde al área y que parece rozar Landeira, despistando al portero. Hubo alguna protesta visitante pero subió al marcador. Los rojillos se volvían a hacer con el control con un Vilalbés que bajaba los brazos. Se demostró con el 4-1 en el 87, al marcar Carabán al segundo cabezazo, solo en el área. Redondeaba un partido de diez.
ESTRADENSE 4
Israel, Landeira, Ander Bellido, Carabán, Brais Vidal, Raúl (Oscarín, m. 67), Porrúa (Juanín, m. 77), Elías (Mella, m. 67), Miguel, Jaichenko (Hugo López, m. 87) y Víctor Gamarra (Sergio Prieto, m. 77)
RACING VILALBÉS 1
Santomé, Martín, Javi Varela (Borja Míguez, m. 46), José (Brais, m. 46), Alberto, Javi Rey, Gardette (Vicente, m. 62), David (Diego, m. 84), Edgar, Barroso (Alberto, m. 84) y Jesús.
GOLES: 1-0, m: 9: Víctor Gamarra; 2-0, m. 35: Porrúa; 2-1, m. 66: Javi Rey; 3-1, m. 82: Landeira; 4-1, m. 87: Carabán.
ÁRBITRO: Marcos Padín, que mostró amarillas a Landeira en el Estradense y a David, Martín y Vicente en el Racing Vilalbés.
Una fiesta dulce por el centenario
La gala de este año, tan especial con motivo del centenario del Estradense, quedó endulzada sin duda por la victoria. Alrededor de trescientas personas se congregaron en el Pazo de Xerlis, con las entradas agotadas ya hace días. Entre los asistentes no faltaron autoridades como el presidente de la Diputación, Luis López, quien se congratuló del relevante papel que tiene el club rojillo entre la sociedad estradense.