«La corriente del río era muy fuerte y tocar el agua era muerte»
A ESTRADA
En el operativo participaron Bomberos de Deza y Emerxencias de A Estrada
27 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El operativo que trabajó intensamente en el río Lérez desde la noche del sábado hasta ayer contó con numerosos efectivos de diferentes cuerpos de seguridad y de emergencias que actuaron de forma coordinada para rescatar tanto a los heridos como fallecidos del autobús que cayó en Pedre. Las condiciones fueron difíciles. A los 30 metros de altura que separaban el autobús del río, se sumaron una noche de perros con una lluvia muy intensa y un río muy crecido. Los rescatadores se descolgaron con cuerdas para llegar al autobús y poder localizar a los pasajeros.
De la zona participaron en el operativo una dotación de Bomberos del parque intercomarcal ubicado en Silleda, efectivos de Emerxencias de A Estrada y miembros de Protección Civil de Cerdedo-Cotobade. Cuando los bomberos de Silleda recibieron la primera llamada del 112, estaban cenando. Ante las malas condiciones meteorológicas habían decidido hacerlo temprano por si surgía alguna salida.
Primera alerta
La primera llamada del 112 les alertó de que una valla del puente estaba rota pero no se sabía lo que había pasado. No fue hasta poco después cuando ya se les comunicó que se trataba de un autobús caído al río. Ese día estaban de guardia José Manuel Galego, Beni Diéguez y Manuel Silva, que se desplazaron con un vehículo de primera salida y uno de altura con el que dieron soporte a los Bomberos de Pontevedra, que fueron los que bajaron al autobús. Tanto ellos, como las tres dotaciones de Emerxencias de A Estrada que actuaron el sábado, el domingo y ayer, con tres personas en cada turno, fueron testigos de las dificultades de un arduo trabajo en equipo para llevar a cabo un rescate que finalizó con la localización de la séptima víctima mortal del accidente. Ayer, explicaba la Guardia Civil, el caudal del río ya había bajado un par de metros y el habitáculo del autobús se encontraba mucho más accesible. Nada que ver con la noche del sábado.
Un bombero comentaba que ese día «la corriente del río era muy fuerte y tocar el agua era muerte». En el operativo se montó una tirolina y una grúa para evitar lo más posible sumergirse por el peligro que suponía y poder izar tanto a los supervivientes como después a los fallecidos. Los rescatadores realizaron multitud de incursiones la noche del accidente para revisar todo el autobús en busca de supervivientes.
Incertidumbre
Los efectivos de la zona vivieron, junto con otros medios desplazados la noche del sábado, la incertidumbre de saber cuánta gente podía estar con vida y cuántos pasajeros iban en el autocar. El conductor y la mujer que sobrevivió fueron sacados de dentro del autobús. Desde Silleda se tarda entre 40 y tantos y 50 minutos en llegar al lugar del accidente con las condiciones de la carretera. Desde A Estrada llevaron otro vehículo en altura. A medida que pasaba el tiempo se fueron sumando muchos más efectivos de diferentes cuerpos de seguridad, que se hicieron necesarios para un operativo muy complejo.