La artista estradense reúne en su primera muestra local desnudos de mujeres provocadores y liberados de la histórica mirada machista del arte
02 ene 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Quien se haya pasado estas Navidades por la taberna A Riala de A Estrada probablemente haya reparado en una exposición de cuadros que reclama la atención desde las paredes del local. Unos son coloristas composiciones abstractas inspiradas por las sensaciones que la artista vivió durante su etapa valenciana. Los otros, provocadores retratos de mujeres liberadas que reivindican el legítimo derecho al disfrute del cuerpo desde una perspectiva profundamente feminista.
Detrás de estas obras aparentemente tan dispares están los pinceles (o las ceras Manley) de Paula Tarrío González (A Estrada, 1996), una artista multidisciplinar para la que el arte puede apreciarse en casi todas las facetas de la vida: desde un lienzo en un museo hasta un estilismo en la calle.
Paula Tarrío tuvo claro desde muy joven que lo suyo era el arte y no tardó en empezar a exprimir sus posibilidades. Al acabar el instituto orientó su carrera a la producción audiovisual y estudió un ciclo superior de FP en la escuela compostelana O Raio Verde. Allí tuvo la oportunidad de trabajar con la productora de Oliver Laxe y de empaparse de cine. Grababa y editaba vídeos expositivos y también promocionales para distintas entidades públicas. «Aprendí mucho de cine y descubrí que en el espacio del museo, de las galerías y de los festivales de cine era donde me sentía cómoda», explica. «Esa experiencia marcó un punto de inflexión. Ahí tuve claro que quería seguir por ese camino y que quería trabajar en algo relacionado con el arte. Siempre me había gustado, pero desde entonces ya no me quise separar de ese mundo en el que me sentía tan cómoda», comenta.
Fue así como la estradense se alistó en la facultad de Bellas Artes de Pontevedra, donde corroboró su presentimiento de que «tenía que trabajar en algo relacionado con el arte, fuese de frente o por detrás».
En Bellas Artes tuvo la ocasión de explorar distintas disciplinas artísticas. Fue seleccionada para el festival internacional de cine de Pontevedra Novos Cinemas y también para una residencia artística en la Cidade da Cultura antes ya de acabar la carrera. Luego hizo un máster de Producción e Investigación en Arte Contemporáneo en la Universidad Politécnica de Valencia, donde ganó una beca que le abrió las puertas a su primera exposición, celebrada entre septiembre y noviembre del año que acaba de terminar en las Reales Atarazanas del Grau.
Su segunda muestra fue en Galicia, en El Corte Inglés de Santiago, el pasado mes de noviembre.
La de A Estrada es la tercera. «Me hace especial ilusión por ser en A Estrada, el pueblo en el que nací», confiesa la artista.
«Los cuadros defienden el descaro de ser carne, de ser cuerpo, y legitiman su disfrute»
La muestra estradense, que se podrá ver hasta mediados de mes, lleva por título Dende a intimidade da pel habitada y reúne trabajos de dos proyectos unidos por distintas pieles.
Uno de ellos es No es nada personal solo sexo. Recoge una serie de desnudos femeninos pintados desde una perspectiva feminista. «La pedí a varias amigas que me pasasen retratos suyos hechos con el móvil. Fotos en las que ellas se viesen bonitas para luego llevarlas al lienzo», explica. «Desnudos de mujeres hay miles, pero casi siempre pintados por hombres y posando como ellos les indicaban», reflexiona la artista estradense. Los cuadros de Paula tienen un halo distinto. «Defienden el descaro de ser cuerpo y legitiman el disfrute del mismo», dice.
Esa piel íntima se cobija en otra piel de cemento que es la que muestran las coloristas obras del proyecto de fin de máster de la autora, Mirando el cielo con los ojos entrecerrados y la piel roja. Esta serie de cuadros transforma los rascacielos de Benidorm en patrones abstractos que Paula pinta de forma reiterativa transformando las perspectivas.
La exposición en A Riala es solo el primer paso de una vuelta a las raíces que la artista planea para el 2024. «Quiero remodelar un bajo de mi familia en la Praza da Igrexa para montar mi taller. Me gustaría que fuese una especie de workshop», avanza.
Entretanto, el trabajo multidisciplinar de la artista —que va de la pintura al diseño gráfico pasando por la fotografía o el estilismo— se puede espiar en su cuenta de Instagram: @miratiaespaula.