Las fans se agolpaban entre bastidores en espera de lograr un selfie o una foto firmada por Busta, Melendi, Sergio Dalma, Luz Casal, Chenoa,... La lista no cabría en estas líneas tras años de Gala do Cocido -con retoques de nombre incluido- en Lalín. Uno de esos aderezos que edición tras edición se colgaron del día grande de exaltación del plato del que tanto se vanagloriaba Crespo. Costaba en los últimos tiempos convencer a la TVG de orquestar la gala en la capital dezana. Apelaban a los altos costes y los gobernantes locales a la política de partido para «convencer» de su necesidad. Pero esa entente tejida con hilos no siempre económicos se descosía en este 2017. Al gobierno cuatripartito no le valía el lamento a los políticos de arriba, de otras siglas.
Los apretujones para coger los mejores asientos, las colas previas para conseguir las demandas invitaciones,... ya son historia. Puede ser un punto y aparte o, quién sabe, solo seguido para una cita con reclamo entre los lalinenses, al margen de los altibajos en cuanto a la calidad de los artistas invitados, que no siempre había primeros espadas. El Cocido encontrará escaparate televisivo en el Luar, pero nada será lo mismo. La magia de vivir en directo el espectáculo -con canciones enlatadas, eso sí- se pierde por mucho que la fiesta gastronómica y grupos musicales lalinenses puedan venderse en el programa de Gayoso, que se centrará en el Cocido el día 17.
Al menos nos queda el espectáculo promovido para el día 5 como alternativa. Del Lalín Arena nos vamos al Salón Teatro. De estrellas y triunfitos al reclamo artístico y musical made in Galicia. Será otra cosa. Sin desmerecer, claro.