Engineering Rinosteel se gestó en el 2015 y desde entonces no ha parado de crecer en ventas. Opera en sectores como el naval, eólico y el aeronáutico
29 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.De la crisis económica pueden salir oportunidades para explotar algún nicho de mercado. Emprendedores del Deza atisbaron que en el sector del metal había huecos por cubrir y decidieron poner en marcha la firma Engineering Rinosteel, gestada en el 2015 y con una sede provisional en la localidad silledense de Laro, para saltar en noviembre del 2016 a una gran nave radicada en Rodeiro. Desde los ocho empleados iniciales, este año ya cuentan con 25, en una constante progresión que supuso el reconocimiento para la empresa dezana, considerada como Gacela en el informe Ardán del 2018, tras tres años consecutivos creciendo por encima del 25 % en sus ingresos de explotación.
En el equipo profesional de Rinosteel cuentan más de 15 años de experiencia en fabricación y montaje de estructuras metálicas, con una variada clientela para sectores como el naval, aeronáutico, automovilístico y eólico, así como para edificación pública y privada. En Rodeiro disponen de unas instalaciones de 3.500 metros cuadrados de superficie y una capacidad de carga de 40 toneladas. En la actualidad, su línea de negocio está centrada en la fabricación de estructuras especiales y singulares, que ya lucen en numerosos países. El 80 % de su trabajo corresponde a construcciones metálicas, tanto su elaboración como en muchos casos también el montaje. Además, opera en menor medida en calderería o carpintería metálica.
Algunos proyectos
La fabricación de las estructuras para una gran nave en la localidad portuguesa de Viseu y otra en territorio francés, en la que se emplearán 24 toneladas de metal, centran ahora el trabajo diario en la nave de la firma dezana. Dispone de una clientela principalmente nacional, que a su vez acomete proyectos tanto en nuestro país como en el extranjero, de donde le llegan también algunos pedidos a Rinosteel. Desde la firma reconocen que en España «o mercado está máis parado». Destacan entre sus proyectos las estructuras metálicas que fabricaron para el puente de Rande en Vigo o para el New Champlain en Canadá. De su nave salieron también las piezas para los carteles luminosos que jalonan autopistas en Escocia. También tienen presencia en el edificio Tigone de París o el acuario de Gran Canaria. Elementos para los carros de abastecimiento de la fábrica de Mercedes en Vitoria o bancadas para firmas que fabrican los aviones de Airbus ostentan el sello de Rinosteel.
Grúas para la firma Hyundai en Corea o piezas de maquinaria para Irving en Canadá destacan entre sus actuaciones en el sector naval. Ahora afrontan la construcción de elementos para parques eólicos marinos en países como Escocia y están inmersos en el proyecto de rehabilitación de un edificio en Santiago, encargándose de su estructura y fachada. Y es que aunque están especializándose más en proyectos industriales, tampoco desdeñan otros vinculados a la construcción.
Detrás de ese proceso de internacionalización de sus trabajos, de gran especialización y complejidad, está el constante crecimiento de su volumen de negocio. Rinosteel cerrará el 2019 con una facturación de unos 1,45 millones de euros, tras rozar el pasado año el millón, es decir, con un crecimiento superior al 45 %. Sus responsables destacaban la buena línea marcada, con un 2020 esperanzador donde ya tienen pedidos cerrados, alguno de grandes dimensiones, para el primer semestre.