Las empresas del sector en España han visto reducida su carga de trabajo a casi la mitad Málaga, Barcelona, Bilbao, Madrid y Palma de Mallorca, las ciudades más afectadas
24 abr 2004 . Actualizado a las 07:00 h.La decisión de las aerolíneas de eliminar los servicios a bordo para competir con las compañías de bajo coste ha colocado en una situación muy delicada a las empresas de cátering aéreo, que dan empleo en España a unas 5.000 personas. En el sector se calcula que un 50% de los empleos podrían ser eliminados debido al descenso de la carga de trabajo, que en algunas empresas llega casi a la mitad. Las compañías más afectadas por la eliminación de servicios a bordo son Gategourmet, Iber-Swiss, LSG Sky Chefs y Eurest-Servair. Ninguno de estos negocios ha anunciado de momento recortes de plantilla, pero tanto CC.?OO. como UGT advierten de que la situación es muy delicada, especialmente en Cataluña, donde sólo las empresas de cátering aéreo dan empleo a 650 personas. Las ciudades más afectadas son las que tradicionalmente se utilizan para la carga de comida, como Palma, Madrid, Bilbao o Málaga. Sólo en la ciudad andaluza, más de 200 trabajadores temen perder sus empleos. La primera compañía aérea española en anunciar la supresión del cátering gratuito fue Air Europa. Luego se sumó Iberia. Y finalmente Spanair, que ha optado por una solución intermedia para sus vuelos domésticos: los billetes de clase turista flexibles obtendrán los servicios de primera, cátering incluido y el resto, viajará con un billete a bajo precio, sin derecho a servicios. Esto propiciará que casi la mitad del pasaje tampoco reciba comida y bebida a bordo, lo que también supondrá una reducción del volumen de pedidos. Sin embargo, las consecuencias laborales de la competencia entre las aerolíneas tradicionales y las low cost afectan también al personal de atención a bordo. Si las aéreas optan por el modelo bajo coste, más de la mitad de los auxiliares de vuelo se quedarían sin trabajo. Iberia, por ejemplo, ha eliminado los servicios de comida y bebida (con la excepción de los trayectos intercontinentales) sin que esta medida se haya traducido en un recorte brusco de los precios en sus tarifas regulares. En autonomías como Galicia apenas hay gangas, lo que se traduce en que muchos usuarios abonan el mismo precio que antes, pero con muchos menos servicios.