La alemana se gastará 10.000 millones de euros para convertirse en la cuarta eléctrica española La alianza hispanoitaliana, que ofrece 41 euros, podrá tramitar su opa de inmediato
02 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.La alemana E.On tiró ayer la toalla horas antes de que terminase el plazo de su oferta por Endesa, alegando que no podrá conseguir el 50% de adhesiones que pretendía. A la vista del escaso éxito cosechado, y de la más que segura dificultad de gobernar una compañía en franca minoría, con tres propietarios a la greña, la empresa de Wulf Bernotat decidió retirarse de la puja, y pactar con la italiana Enel y la española Acciona la adquisición de activos de Endesa «a precios de mercado». De ahí que fuentes del sector y de la oposición política denuncien el «troceamiento» de la primera eléctrica española, que, sin ninguna duda, reducirá tamaño. El grupo alemán se quedará con los activos de la firma en Francia, Italia, Polonia y Turquía. En España asumirá el control de Viesgo, la quinta eléctrica española, así como de un conjunto de centrales térmicas. En total, estos activos tienen un valor de 10.000 millones. E.On se convertirá así en el cuarto operador energético en España. A esta merma de dimensión del grupo Endesa hay que añadir el pacto entre Acciona y Enel, porque el grupo constructor se ha garantizado que los activos de energías renovables -el 6% del total de Endesa- pasarán a una sociedad liderada por la familia Entrecanales. Minoritarios Para los accionistas minoritarios que ya han acudido o pensaban adherirse a la opa germana se abre un nuevo compás de espera. Enel y Acciona se han comprometido a pagarles un mínimo de 41 euros por acción, y quieren hacerlo cuanto antes, porque ya no están obligados a cumplir la moratoria de seis meses impuesta por el supervisor de los mercados para lanzar su opa. De hecho, los aliados se habían planteado presentar su oferta en la semana del 16 al 20 de abril ante la CNMV, pero la tramitación llevará un tiempo, que la italiana aprovechará para despejar simultáneamente una serie de trabas administrativas.? Tiene que conseguir el permiso oficial del Consejo de Ministros -porque su accionista de control es el Estado italiano- y de la CNE, que aún considera a su participada Viesgo un «operador principal» en el mercado español. El regulador energético debe analizar, además, si Enel es un inversor solvente, en aras de garantizar el suministro del mercado regulado. El expediente ha de pasar, finalmente, el examen de la Comisión Europea. El acuerdo también sirve para poner fin a la batalla judicial iniciada la semana pasada en la Audiencia Nacional, ya que las tres compañías renuncian a toda acción legal en el nuevo proceso de opa a Endesa. Desairados Si la defección de E.On despeja el camino de Enel, también causa un desaire a Caja Madrid, otro accionista de referencia. La entidad quería embolsarse cuanto antes las multimillonarias plusvalías de su participación, con el fin de comprar un banco en el extranjero, pero acordó con la alemana la venta de los derechos económicos de los títulos a 40 euros en un plazo de dos años, reservándose la opción de voto correspondiente. Ahora todo apunta a que tendrá que vender en la oferta de Enel y Acciona. El consejo de Endesa, que recomendó acudir a la opa de E.On y predicó con el ejemplo, también se queda en una difícil situación. El órgano de gobierno de la eléctrica, liderado por Manuel Pizarro, buscó una opa competidora a la de Gas Natural, se resignó a que la alemana no fuera un aliado parcial, sino que fuera a por todas, y en consecuencia la ha apoyado hasta el último momento. Los administradores de Endesa aún pueden alegar a su favor la contribución a la fuerte revalorización de la compañía, mientras que el presidente de E.On, Wulf Bernotat, que ha hecho de la compra de Endesa el eje estratégico de su actuación en los dos últimos años, tiene justificación más difícil. Tras gastar 230 millones de euros en 2006, a la alemana le queda por pagar la factura de la inversión publicitaria de este año y, frente a estos gastos, y a la distracción de otros objetivos, Bernotat sólo podrá presentar ante un consejo muy crítico el resultado de una compra de activos en España, Italia y Francia «a precios de mercado».