La escalada del precio del petróleo batió ayer otro nuevo récord histórico. El barril de crudo se vendió a 108,02 dólares en Londres (referencia para Europa) y superó los 109,45 dólares en Nueva York. Lejos de amortiguar las subidas de las últimas dos semanas en el gasoil de automoción español, el dato amenaza con disparar las diferencias de este carburante con la gasolina. Ayer, las estaciones de servicio en Galicia llegaron a vender el litro diésel a 1,150 euros, frente a los 1,126 de la gasolina en los surtidores más económicos.
Lo realmente preocupante es que los operadores del sector confirman sus peores pronósticos. La Asociación Española de Productos Petrolíferos (AOP) considera que la subida del gasoil es «imparable» y, al menos, seguirá incrementándose durante los próximos cinco años.
La ausencia de refinerías en el país capaces de incrementar la oferta diésel del mercado obliga a España a importar 14 millones de toneladas de gasoil al año, mientras el país sigue exportando gasolina. Las compañías han puesto sobre la mesa inversiones por valor de 6.000 millones de euros para amortiguar este déficit con 8 millones de nuevas toneladas de carburante diésel. Pero las nuevas instalaciones no estarán operativas al menos hasta el año 2010, y la incidencia de su fabricación en el mercado tampoco se apreciará hasta finales del 2012
Para colmo, las ventajas fiscales del gasoil tienen fecha de caducidad. De acuerdo a la legislación europea, a finales del 2012 España deberá adoptar el tipo mínimo de ayudas para estos carburantes, lo que encarecerá el litro en 3 céntimos. Ahora mismo, la bonanza impositiva está restando 10 céntimos de euro por litro.
Los efectos de este vuelco en el mercado del automóvil y en el transporte ya han comenzado a sentirse. Las ventas de coches diésel se están ralentizando y los camioneros gallegos ya han amenazado con paros.
La industria del automóvil investiga nuevas motorizaciones diésel que disminuirán el consumo, pero no hay todavía fecha para la comercialización de la nueva tecnología. El pasado año, un 70% de los coches matriculados en España montaban motores de gasoil. En 1990 la misma estadística era solo del 10%.
La incidencia de esta alza de los carburante en el IPC es también imparable para los operadores petrolíferos nacionales. Y la profundidad de esta crisis, también. La consultora estadounidense Goldman Sachs calcula que el barril de crudo alcanzará los 200 euros en el 2010.