Alfageme cambia a su director para relanzar el plan estratégico

Miguel Á. Rodríguez

ECONOMÍA

28 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Miguel Llana, el fichaje estrella de Juan Lago, presidente de Promalar, la inmobiliaria propietaria de la conservera viguesa Alfageme, abandonó la pasada semana la empresa tras dirigir y diseñar el plan estratégico de la firma y lanzar su nueva línea de productos.

El hasta ahora director financiero del grupo, Pascual Romeo, lo ha sustituido al frente de la dirección general y será el encargado de relanzar el programa de inversiones industriales, valorado en unos cien millones de euros. Alfageme tenía previsto iniciar antes de final de año las obras de sus dos nuevas plantas conserveras gallegas. Una, en el entorno de Vigo, reemplazaría a la histórica fábrica viguesa de finales del siglo XIX. La segunda, en O Salnés, permitiría cerrar las tres que ahora mantiene abiertas el grupo en Ribadumia, O Grove y Vilaxoán (donde está ubicada la planta piloto de I+D para nuevos productos).

Miguel Llana procedía del grupo alimentario Campofrío y presentó en septiembre del 2007 la nueva estrategia empresarial y comercial de Alfageme. En síntesis, Llana lanzó al mercado productos del mar en envases de plástico aptos para el microondas y acompañados de arroces y salsas (bajo la denominación comercial PisPas).

Con 350 empleados en Pontevedra, el grupo Alfageme cerró el 2006 con pérdidas de 2,5 millones de euros. El presidente, el constructor Juan Lago, adquirió primero las firmas Peña y Marsac, e inició contactos con Thenaisie Provôté que se rompieron a mediados del 2007. El objetivo de su plan estratégico pasa por controlar entre un 15 y un 20% del mercado a finales del 2010. En la actualidad, la marca matriz, Miau, acapara el 5% de la cuota nacional. Alfageme quiere facturar por encima de los 300 millones de euros en el año 2010 (el 2006 lo cerró con una facturación de 90).

Pero el eje de su proyecto pasa por el aprovechamiento urbanístico de la fábrica de Vigo. Y ahí es donde ahora está su principal escollo. El Concello planteó en su nueva ordenación urbana la zona de Alfageme como suelo urbano consolidado, lo que ofrecía un alto rendimiento inmobiliario. La Xunta incluyó este ámbito entre las correcciones obligatorias del PXOM, y solicitó que se declarase suelo urbano no consolidado. Esta catalogación retrasa la tramitación urbanística, obliga a ceder un 10% del suelo para usos municipales e incluye el área entre las unidades de actuación con posibilidades de integrar hasta un 40% de vivienda protegida.

El grupo Promalar sigue negociando con el Ayuntamiento vigués el desbloqueo de la situación. Pero de momento el gobierno municipal no ha solucionado el problema.

Fuentes de Alfageme señalaron que en los próximos meses se lanzarán nuevas gamas de productos, aunque a un ritmo menor del que preveía el plan estratégico, condicionado por los desarrollos urbanísticos de sus nuevas plantas conserveras.