Uno de cada cuatro trabajadores de la sueca Tele2 en España (la plantilla suma 400 empleados) se verá directamente afectado por el proceso abierto de integración de la compañía en Vodafone. La viguesa Comunitel, propiedad de Tele2 desde el año 2005 y donde trabajan casi 200 personas, conoció la pasada semana los primeros despidos. Fuentes de Vodafone informaron ayer de que la integración supondrá prescindir de «unos 25 operarios» con quienes se ha iniciado una negociación para incentivar bajas o llegar a acuerdos sobre indemnizaciones.
En torno a 300 personas de Tele2 se incorporarán directamente a Vodafone sin ningún cambio en su actividad. Otros 30 operarios podrán seguir en Vodafone con su misma actividad, pero afectados por la movilidad geográfica (a una parte de la plantilla gallega ya se le ha ofrecido un cambio a Madrid).
Veinte personas tendrán que cambiar de actividad para seguir en la compañía y, finalmente, a otros 25 les han garantizado trabajo, pero solo para los próximos seis meses. Después de ese plazo se les buscará una recolocación o se pactará una salida.
Compra
Vodafone firmó en octubre del pasado año un acuerdo para la adquisición de Tele2 en España e Italia por un total de 775 millones de euros.
En aquel momento, Tele2 España contaba con una cartera de 550.000 personas, de las que aproximadamente 240.000 correspondían a servicios de banda ancha, la gran carencia de Vodafone en el mercado nacional. Un 81% de estos clientes accedían al servicio a través del bucle desagregado. El último ejercicio consolidado (2006), la compañía sueca había presentado unos ingresos por valor de 253 millones de euros y un resultado de explotación negativo de 21 millones. Durante el 2007, sus ingresos por servicios de banda ancha crecieron casi un 100%.
Dos años antes, a mediados del 2005, Tele2 había logrado hacerse con la viguesa Comunitel, tras comprarle el paquete accionarial mayoritario a la portuguesa Oni, participada por Electricidade de Portugal (EDP). Un 0,7% de la empresa seguía en poder de sus directivos.
Comunitel le costó a la operadora sueca 257 millones de euros. De esta cantidad, 215 millones fueron desembolsados directamente a los accionistas, incluido el repago de un préstamo de 100 millones de euros. El resto, 42 millones, correspondieron a la deuda acumulada.
En el momento de su venta, Comunitel contaba con una cartera de 79.000 clientes, de los cuales casi 13.000 eran de acceso directo a través de 191 centrales. La firma está volcada en el campo de las telecomunicaciones para empresas, por lo que completaba a la perfección el negocio básico de Tele2, centrado en la banda ancha domiciliaria.
La integración de Tele2 en Vodafone no fraguará hasta dentro de seis meses, según admitieron ayer fuentes de la compañía. Inicialmente se plantearon más de 100 despidos, pero las negociaciones sindicales mantenidas en los últimos meses rebajaron la cifra.