La Reserva Federal ha causado un auténtico terremoto en los mercados con su decisión de dejar los tipos de interés prácticamente a cero. No hay más que ver la caída en picado que protagonizó ayer el dólar, que sufrió el mayor descenso en un día de su historia, de más del 3%, hasta las 1,44 unidades por euro.
La onda expansiva llegó también a la materias primas y, especialmente, al crudo, que siguió retrocediendo terreno pese al histórico recorte de la producción decidido por la OPEP.
Al final, las bolsas fueron las que menos tensión reflejaron. De hecho, despidieron el día con resultados dispares, pero de escaso calado en todos los casos. Para el Ibex 35, la jornada se saldó con un avance del 0,32%, hasta los 9.196,9 puntos. Londres subió un 0,4% y París y Fráncfort se dejaron en el camino un 0,3% y un 0,5%, respectivamente. En la plaza gala destacó el batacazo de BNP Paribas, que cedió más de un 17%, tras anunciar pérdidas y despidos.