El patrón de Citroën elogia el liderazgo de Vigo, pero no avanza nuevos planes

ECONOMÍA

Philippe Varin evaluó las ratios de calidad y producción de la planta y solo dedicó tres minutos a los sindicatos

17 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

En el argot de una multinacional, la estancia de ayer en Vigo del nuevo presidente de PSA Peugeot Citroën, Philippe Varin, es puro management operacional, es decir, una visita de trabajo de carácter interno para conocer y evaluar la planta. Por este motivo, ni Varin, ni el director de la fábrica, Pierre Ianni, quisieron hacer la más mínima valoración de la jornada.

Pero las paredes de PSA tienen oídos y algo sí ha trascendido. Por ejemplo, que el patrón francés se fue gratamente sorprendido por las ratios de calidad y capacidad de producción, que él mismo analizó a los largo de diferentes reuniones que mantuvo con los cargos ejecutivos de la factoría. Varin hizo un recorrido por los distintos talleres que componen el proceso de fabricación y mantuvo un encuentro con el comité de empresa que los representantes sindicales consultados calificaron de «decepcionante». La cita apenas duró tres minutos, en los que los trabajadores no tuvieron oportunidad de plantear al presidente sus inquietudes por los proyectos de futuro para la planta viguesa ni ninguna otra cuestión. Según el relato de los asistentes a la breve reunión, el presidente de PSA se limitó a decir unas pocas palabras: «Dijo que era una de las principales fábricas del grupo, que seguirá siendo referente en el futuro, y elogió la flexibilidad de la plantilla en tiempos de crisis, pero no hubo ocasión para que nos escuchara. En Madrid hizo lo mismo, y ahora le van a enviar las preocupaciones por escrito, nosotros haremos igual», explicó un portavoz del comité.

¡Bienvenido al infierno!

La anécdota la protagonizó un representante sindical que, cuando Varin ya se marchaba, afirmó: «Esperemos que dure más tiempo en el cargo», a lo que el patrón respondió: «Cuando llegué a PSA, un accionista me dijo: '¡Bienvenido al infierno!' A lo que yo le contesté: '¡No sabe usted de dónde vengo!'». Cumple recordar que el nuevo presidente tomó posesión de su cargo hace un mes, procedente de la firma siderúrgica angloholandesa Corus, que posteriormente fusionó con Tata, dando lugar al holding Tata Steel Europa.

La siguiente cita en la agenda de Varin cobró ya un cariz político. El presidente, acompañado por el director Ianni, recibieron al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y al conselleiro de Economía e Industria, Javier Guerra. La entrevista, al margen de todo management operacional, se justificó como una respuesta al compromiso adquirido por Pierre Ianni con Feijoo de llevarle a París a mantener un encuentro con el presidente de PSA. No fue en París, y solo duró media hora. Tiempo suficiente para que el presidente de la Xunta le planteara la posibilidad de que «dentro de unos meses, Vigo pueda albergar la construcción de algún nuevo modelo de los futuros vehículos de PSA», según el propio Feijoo.

Feijoo pide el coche eléctrico

El presidente gallego sugirió al presidente francés que, una vez que prospere la colaboración entre PSA y Mitsubishi para fabricar el coche eléctrico, «se tenga muy en cuenta la candidatura de Vigo como lugar adecuado para hacer las baterías de esta gama de automóviles, de forma que se pueda arrancar una nueva línea de productos».

Feijoo aseguró que, por lo que pudo percibir, el presidente de PSA evaluó positivamente la «perfecta simbiosis» de PSA con las empresas auxiliares y el Gobierno gallego, «una cuestión que no ocurre en otros lugares donde el consorcio galo tiene plantas», afirmó el presidente de la Xunta.

Así, sin mediar palabra, Varin se fue Peinador para volar de vuelta en su jet privado a París, no sin antes reunirse en pleno aeropuerto con el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que allí mismo puso a disposición de Varin todo el suelo industrial que necesite la factoría para sacara adelante nuevos proyectos.