Los ajustes incluidos en el programa de rescate provocarán una recesión en Portugal del 2,2 % del PIB este ejercicio y del 1,8 %, según ha augurado la Comisión Europea.
15 may 2011 . Actualizado a las 20:48 h.Los ministros de Finanzas de la zona euro tienen previsto aprobar mañana el rescate de 78.000 millones de euros para Portugal y estudiar la posibilidad de conceder préstamos adicionales para Grecia, más allá del programa de asistencia de 110.000 millones de euros que le fue concedido en mayo de 2010.
La luz verde otorgada el viernes pasado en Finlandia al rescate luso eliminó el principal escollo a su aprobación, por lo que es de esperar que los ministros puedan darle su visto bueno definitivo el lunes, dentro del calendario previsto, de manera que pueda ser aprobado oficialmente el martes, cuando se unan a la reunión los representantes de países de fuera del euro.
Durante el encuentro del lunes, los ministros evaluarán las «sugerencias» de Finlandia para el rescate de Portugal, que Bruselas ha calificado de «constructivas» y que incluyen extremos descartados hasta ahora, como la participación de los inversores privados en el programa.
El interés que se aplicará a los 52.000 millones de la parte europea del rescate será superior al 5,5 % pero inferior al 6 %, según adelantó esta semana el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.
El programa de consolidación fiscal y reformas asociado a la asistencia financiera incluye reducciones de las prestaciones sociales, aumento de impuestos, así como recortes de los derechos laborales, y obligará a Portugal a situar su déficit público en el 5,9 % del PIB en 2011, en el 4,5 % en 2012 y el 3 % en 2013.
Los ajustes incluidos en el programa de rescate provocarán una recesión en Portugal del 2,2 % del PIB este ejercicio y del 1,8 %, según ha augurado la Comisión Europea.
La posibilidad de que Grecia necesite ayuda adicional de sus socios, más allá del rescate de 110.000 millones aprobado en 2010, será otro de los temas que se abordarán durante la reunión del lunes.
En ella estaba prevista la presencia del director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, detenido ayer en Nueva York por una supuesta agresión sexual.
Finalmente, la institución estará representada por su subdirectora gerente Nemat Shafik.
Las dudas respecto a si Grecia estará en condiciones de volver a financiarse en los mercados en 2012, como está contemplado en su rescate, han dado alas a los rumores sobre lo inevitable de la reestructuración de su abultada deuda y fueron discutidas durante una reunión que pretendía ser secreta y que se celebró en Luxemburgo el 6 de mayo pasado.
Esta semana, el comisario Rehn explicó que aún es pronto para determinar las necesidades de capital de Grecia en 2012 y pidió esperar a conocer el resultado de la misión del FMI y la UE que está en estos momentos en Atenas para evaluar el progreso del programa de rescate adoptado el año pasado.
En todo caso, el comisario adelantó que Grecia deberá impulsar mayores medidas de consolidación fiscal para cumplir con los objetivos incluidos en el paquete.
Según las previsiones económicas publicadas por la Comisión Europea el viernes, el déficit público griego se situará en el 9,5 % en 2011, por encima del 7,6 % pactado, mientras que la deuda engordará hasta alcanzar el 157,7 % del PIB en 2011 y el 166,1 % en 2012.
Además, los ministros darán su visto bueno al desembolso del siguiente tramo de ayuda a Irlanda y debatirán la petición formulada por ese país para que se reduzca el interés que paga por su rescate.
Pero es difícil que esta petición prospere por la oposición de Francia que lo condiciona a que Irlanda aumente su extremadamente bajo impuesto de sociedades.
Por último, el Eurogrupo elegirá el lunes al actual gobernador del Banco de Italia, Mario Draghi, como nuevo presidente del Banco Central Europeo (BCE).
Draghi, cuyo nombramiento se oficializará en la cumbre de jefes de estado y de gobierno de la UE del próximo junio, sustituirá a Jean-Claude Trichet cuando el mandato de éste expire en octubre.
La opción de Draghi recibió un gran espaldarazo en los últimos días, con el apoyo del Gobierno alemán, después de que el primer candidato de Berlín para el puesto, el ex presidente del Bundesbank Axel Weber, renunciase.