NCG prepara la venta de cuatro empresas participadas tras ganar 120 millones

M. Á. RODRÍGUEZ, S. VÁZQUEZ, R. SANTAMARTA REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Está dispuesta a desprenderse de «casi cualquier firma» de su cartera industrial

24 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El plan de venta de cartera industrial ya le ha reportado a Novacaixagalicia una ganancia de 120 millones de euros en menos de un semestre. La caja se ha desprendido, entre otras, de su participación en EDP, Brisa y Pescanova, y tiene a punto la venta de cuatro o cinco firmas en las que aún es socia, según apuntan fuentes financieras. El objetivo es materializar varias operaciones antes de septiembre para cumplir con el plan de recapitalización de la entidad aprobado hace dos meses. El plan detalla que para ese mes las plusvalías por desinversiones habrán de superar los 131 millones de euros.

La caja está dispuesta a colocar en el mercado «casi cualquier participación», siempre que la operación «aporte plusvalías que sirvan para mejorar el capital principal». Así lo admitían ayer fuentes próximas al consejo de administración de Novacaixagalicia. La entidad ha elaborado cuadernos de venta de algunas de sus compañías que, en algunos casos, llevan meses circulando en el mercado. La reciente venta de Pescanova, considerada en su día un emblema y un paquete accionarial estratégico para la entidad, ha abierto definitivamente la veda para el resto. Podrían seguir sus pasos la conservera Calvo o la empresa de transportes Monbus.

La participación en Elecnor, firma de referencia para el sector de las energías alternativas, llegó a ser tasada y ofrecida a varias empresas que se quedaron fuera del reciente concurso eólico gallego. Pero la incertidumbre sobre la regulación eólica futura, unida a los evidentes problemas de financiación para poner en marcha los nuevos parques de aerogeneradores, provocaron que Novacaixagalicia acabase coleccionando negativas a sus propuestas.

En otros sectores, como el relacionado con el cine, un abandono de las cajas como socio capitalista y estratégico podría «poner en peligro» la continuidad del negocio. En el vitivinícola, las bodegas Calem portuguesas siguen sin contar con ofertas atractivas. Y no parece nada claro que se pueda desprender de lo que le queda en R o en NH Hoteles.

El problema para vender es el pésimo momento del mercado. Entre las participadas de renombre, la textil Adolfo Domínguez no atraviesa su mejor momento de cotización (acumula una caída superior al 25 % en el último año). Enajenar ahora el 5 % no reportaría plusvalías significativas. Algo similar sucede en Sacyr, donde la caja invirtió casi 36 millones en diciembre en una ampliación de capital. «Vender ahora sería perder dinero», señala un directivo.