Francia se aprieta el cinturón, y dieciséis de los principales empresarios y grandes fortunas del país han propuesto al Gobierno que imponga «una contribución excepcional» a los más ricos para contribuir a la reducción del déficit presupuestario. La iniciativa, suscrita por multimillonarios como la principal accionista del grupo L?Oreal, Lilianne Bettencourt, financieros como el presidente y consejero delegado de Societé Générale, Fréderic Oudéa, y altos directivos como el presidente de PSA Peugeot-Citroën, Philippe Varin, emula la sugerencia que el norteamericano Warren Buffett hizo al Gobierno de Estados Unidos la semana pasada. La demanda de una subida coyuntural de impuestos se conoce pocas horas antes de que el Gabinete de Nicolas Sarkozy apruebe nuevas medidas de ajuste. Por eso, añaden que su contribución no debe contemplarse de forma aislada, sino que ha de enmarcarse «en un esfuerzo más global de reformas, tanto de los gastos como de los ingresos».
Carta
En un momento en que el Gobierno galo «pide a todos un esfuerzo de solidaridad, nos parece necesario contribuir», adelantan en una carta promovida por el semanario francés Le Nouvel Observateur, que aparece en su página web y cuyo texto completo se difundirá a través de la edición escrita que saldrá el jueves a la venta.
«Somos presidentes o dirigentes de empresas, hombres y mujeres de negocios, financieros, profesionales o ciudadanos ricos, y deseamos que se establezca una aportación excepcional que se extienda a los contribuyentes franceses más favorecidos». Precisan que esta contribución debiera ser proporcional y calcularse sobre bases razonables, para de esta forma «evitar efectos económicos no deseados como la fuga de capitales o el aumento de la evasión fiscal».