Durante años fue la máxima autoridad del banco central griego y representó al país como vicepresidente del Banco Central Europeo.
07 nov 2011 . Actualizado a las 19:31 h.En la crisis más grave de Grecia desde la llegada del euro, podría ser precisamente el arquitecto del ingreso de Atenas en la unión monetaria europea el que se coloque ahora al frente del nuevo gobierno de transición.
Lucas Demetrios Papademos, de 64 años, nunca tuvo un cargo político. Durante años fue la máxima autoridad del banco central griego y representó al país como vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE).
Electrotécnico de formación, Papademos estudió Economía y es la personificación de un «experto» con prudencia y conocimientos profesionales. Precisamente se piensa en él para recuperar la confianza de los acreedores internacionales al frente de gobierno interino.
Sin embargo resulta una incógnita si aportará el suficiente carisma para convencer al hastiado pueblo griego de la necesidad de no abandonar el rumbo de ahorro emprendido.
Nacido en Atenas, el economista se doctoró en Estados Unidos en la prestigiosa Massachusetts Institute of Technology (MIT), en Boston, y posteriormente fue profesor de Economía en la Universidad de Columbia en Nueva York. A mediados de los años 80 regresó a Grecia, donde hizo carrera en el banco central y en 1994 fue su gobernador.
Junto con el gobierno socialista preparó la entrada de Grecia en la unión monetaria europea en 2001 y en la introducción del euro como medio de pago en 2002. Todo ello le reportó un gran reconocimiento en su propio país. Más tarde se supo que Grecia estuvo falseando durante años las cuentas que entregaba a Bruselas, lo que sin embargo no tuvo ninguna repercusión en el renombre internacional de Papademos, que se había perfilado como una defensor de limitar el endeudamiento estatal.
Papademos dejó en 2002 su cargo como gobernador del banco central griego y se pasó a la vicepresidencia del BCE en Fráncfort. Su experiencia como representante de uno de los países más débiles del euro podría ayudar a los nuevos países del este de Europa en la UE y a preparar la introducción de la divisa europea.
Sentado en las ruedas de prensa del BCE junto al presidente Jean-Claude Trichet y su chispa francesa, Papademos parecía un tímido contable, al que parecía que le hacían poca gracia las comparecencias públicas.
El dúo estaba en sintonía sobre la independencia política, pero en caso de duda Papademos tiende a ser más práctico que los defensores ortodoxos de seguir a rajatabla las disposiciones de la política monetaria.
Tras su mandato de ocho años, Papademos dejó el BCE en 2010.
Antes, rechazó sumarse a un puesto clave para el gobierno del entonces candidato socialista Giorgos Papandreu. El economista, que no está afiliado a ningún partido político, tendrá posiblemente que dejar su apacible jubilación para suceder a Papandreu. Debido a la delicada situación de Grecia, Papademos siguió conservado sus contactos políticos, lo que le acabado situado bajo los focos.