El PIB caerá este año un 1,5 % y el paro se aupará sobre el 23 % en el 2012 y en el 2013.
24 ene 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Los recortes decretados por el Gobierno a finales del mes pasado y las medidas añadidas de austeridad fiscal, a las que obligará su compromiso de rebajar el déficit público del 8,1 % al 4,4?% este año, harán que la economía española deambule este ejercicio y el que viene sobre la delgada línea roja que separa la recuperación del colapso. Esa es la advertencia que lanzó ayer el Banco de España, cuyo boletín económico de enero dibuja un panorama muy pesimista, complicado y plagado de brotes negros en casi todos los indicadores. La conclusión es que España está metida en un arriesgado círculo vicioso, en el que los recortes y las subidas de impuestos, lejos de incentivar la reactivación económica a corto plazo, cercenan su ya frágil capacidad para recuperarse.
En su informe mensual, en el que por primera vez ha tenido en cuenta el impacto previsto de políticas anunciadas, pero no concretadas ni aprobadas por el Ejecutivo, el servicio de estudios de la institución que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez reconoce que el ajuste necesario para cumplir con los objetivos de déficit es «ineludible» ante la gravedad de la crisis de deuda. Pero advierte que la recesión ha venido para quedarse, y que tendrá efectos aún más devastadores de los que ya soportan las empresas y las economías familiares tras cuatro años consecutivos de crisis.
«Este ajuste adicional de la economía española permitirá la corrección de algunos de los desequilibrios acumulados en el pasado», asegura el Banco, antes de enumerar los costes de ese proceso: el PIB caerá este año un 1,5 %, y seguirá prácticamente estancado en el 2013 porque la economía, lastrada por la caída del gasto de las familias y la inversión de las empresas y Administraciones públicas, apenas crecerá un 0,2 %.
Destruyendo empleo
La consecuencia más grave de que el sistema productivo permanezca congelado es que el paro, que ya ronda el 21,5 % , seguirá subiendo mes a mes hasta auparse por encima del 23 % a finales del 2012, sin esperanzas de que baje de esa cifra en el 2013 porque solo a partir del tercer trimestre de ese ejercicio empezará a crearse empleo neto.
El estudio, sin embargo, recuerda que las perspectivas del paro se han evaluado en ausencia de «medidas para la reforma del mercado de trabajo», dado que, aunque «se espera la aprobación de actuaciones al respecto, su alcance es, por el momento, desconocido».
«Si se pusieran en marcha medidas efectivas para adecuar la remuneración de los puestos de trabajo a su productividad y, en general, para permitir que las condiciones laborales en un sentido amplio pudieran adaptarse a las necesidades específicas de las empresas, el resultado sería una anticipación e intensificación de la generación neta de empleo», afirma la entidad.
Quizá el único atisbo de optimismo de todo el informe (aunque también puede servir para ahondar el pesimismo, según se mire), reside en ese entorno de «incertidumbre» en el que se han realizado los cálculos. Porque, tal y como advierten sus redactores, cualquier variación, para mejor o peor, en la situación interna o externa, podría hacer que todo cambiase de nuevo. De hecho, explican que hace menos de un año, en marzo del 2011, pensaban que el PIB español crecería un 1,5 %, una previsión que se vino abajo durante la tormenta financiera del pasado verano.
-1,5 %
PIB
Los ajustes provocarán que la recesión se mantenga hasta al menos el 2013, cuando se prevé que la economía apenas crezca un 0,2 %.
23,4 %
Desempleo
La contracción de la economía hará que se siga destruyendo empleo hasta mediados del 2013. Ese año, el paro seguirá en el 23,3 %.
-6,3 %
Inversión pública
El consumo de las Administraciones caerá por segundo año consecutivo (un -1,2 % en el 2010) y seguirá bajando en el 2013 (-3,3 %).
-1,2 %
Demanda privada
La recesión minará la capacidad de gasto de los hogares y la de inversión empresarial, y no se recuperará en el ejercicio siguiente (-0,5 %).
-4,8 %
Importaciones
El freno de la demanda interna reducirá también las compras en el exterior. En el 2013, las importaciones apenas crecerán un 1,2 %.
3,5 %
Exportaciones
El sector exterior, que creció un 8,8 % en el 2011, alivió el colapso de la demanda interna, pero la situación internacional endurecerá ese colchón.