Los bancos españoles se hacen con 123.000 millones en la barra libre de liquidez, una cuarta parte del total
01 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Nuevo atracón de liquidez el que se dio ayer la banca europea por cuenta del BCE. A la mesa de la autoridad monetaria se sentaron esta vez 800 entidades financieras. Y pidieron 529.500 millones de euros. En diciembre fueron 523 los comensales y 489.200 los millones servidos en bandeja de plata. La factura: un interés del 1 % a pagar en tres años.
En total: una megainyección de más de un billón de euros, más de lo que representa ahora el maltrecho PIB español, con la esperanza -es lo que mantiene el BCE- de reanimar un crédito que fluye a cuentagotas desde hace ya demasiado. Una esperanza que, a decir de los expertos, se quedará solo en eso.
Y es que es más que probable que buena parte de ese dinero sirva para financiar la compra de deuda pública. Como ocurrió tras la barra libre de diciembre. Esto es, que las entidades lo emplearán para adquirir bonos soberanos. Con ese dinero barato (lo pagan al 1 %) comprarán títulos como los españoles o los italianos, con rentabilidades medias superiores al 5 %. Negocio redondo.
Esas operaciones se ganaron el sobrenombre del presidente francés, Nicolas Sarkozy, durante la tormenta que zarandeó los cimientos del euro hasta la pasada Navidad. Entonces, el líder galo señaló abiertamente el camino a la banca y destacó que podría ser el antídoto casi definitivo para la crisis de deuda. Sarkozy no erró su predicción, y en los últimos tiempos las primas de riesgo de España e Italia no han provocado tantas angustias.
Financiación encubierta
Algunos expertos consideran incluso que los créditos baratos del Banco Central Europeo son, en el fondo, una manera de financiar a los países en apuros, una misión que la entidad no puede realizar a pecho descubierto porque se lo prohíbe su tratado fundacional. Cosa que no ocurre con la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra.
Pero, aunque es cierto que la temperatura en los mercados de deuda ha bajado muchos grados, algunos analistas sostienen que es una fórmula para «comprar tiempo» para que los Gobiernos acometan las reformas necesarias y pongan rumbo hacia un crecimiento saludable.
Se daba por hecho que los bancos de la periferia, entre ellos los españoles, estarían ayer entre los más voraces. Y así fue. En su caso, los préstamos ascendieron a 123.000 millones, una cuarta parte del total. Otro dato que lo corrobora: el segundo banco italiano, Intesa Sanpaolo, engulló en solitario 24.000 millones, casi un 5 % del volumen global, informa Colpisa. Pero también hubo comensales de las saneadas Alemania y Finlandia. A nadie le amarga un dulce
Por lo demás, todo parece indicar que el guardián del euro no ofrecerá más banquetes de este tipo. Nuevas subastas dispararían la dependencia de los créditos baratos, dado que el mercado interbancario sigue congelado.