Aragón se asegura mantener un banco con sede en la comunidad con la fusión de Ibercaja y Caja3R
ECONOMÍA
Aragón se ha asegurado salir del nuevo baile de fusiones con una entidad financiera con sede en Zaragoza y un volumen de activos (tamaño) nada despreciable: 66.000 millones de euros. La operación la lidera Ibercaja, que la noche del miércoles anunció su alianza con Caja3, una firma de menor tamaño y que estaba abocada a entrar en algún movimiento. Fue una de las firmas que suspendió los últimos test de estrés a la banca europea.
Ibercaja tomará el 80 % de la nueva sociedad, y el otro 20 se lo repartirá la otra entidad, conformada por Caja Círculo Católico, Caja Badajoz y CAI. Esta última es también aragonesa, por lo que la operación supondrá un cierre notable de oficinas -y supresión de puestos de trabajo- en esa comunidad por el solapamiento con Ibercaja.
Esta última firma opta, a la vez, a hacerse con la catalana Unnim, que el Estado adjudicará en los próximos días. Son candidatos también BBVA, Santander y Popular. Si la financiera aragonesa se hace con esta, su tamaño llegará casi a 100.000 millones de euros y entraría en una nueva categoría, entre las entidades medio-grandes. Además, los niveles de solvencia que tiene Ibercaja -una caja convertida en banco- le permiten afrontar la operación sin grandes problemas.
Con esta unión, la nueva entidad gana tiempo para poder afrontar el saneamiento de sus activos inmobiliarios. Si hay una alianza, el Gobierno permite hacer una limpieza hasta diciembre del 2013. Si no hay alianza, la fecha tope es diciembre del 2012.
Esta operación es la primera que se aprueba tras la reforma financiera decretada por el Ejecutivo. Hay otras firmas, como Banca Cívica, Banesto o Bankia, que han dicho públicamente que estudian operaciones.
La compañía R, participada por Novagalicia Banco (tiene un 30 %), se encargará de todos los servicios tecnológicos que ofrece NCG, según el acuerdo presentado ayer por las dos sociedades. El contrato tiene una duración de 5 años, prorrogable a otros dos más, por un importe de 39 millones de euros. Ahora esos servicios se compartían entre la propia R y Telefónica. El nuevo servicio permitirá al banco ahorrar un 25 % en sus gastos tecnológicos al año, y «que las oficinas ganen en rapidez y eficiencia con los clientes», según Idoia Maguregui, directora general de Medios. Los nuevos sistemas de fibra óptica estarán en todas las sucursales antes de junio. «Mantendremos el liderazgo tecnológico en la banca», agregó José Manuel Valiño, director adjunto de sistemas.