El Bundesbank (banco central alemán) espera «un estancamiento o incluso un ligero retroceso del PIB en el último trimestre del año en curso», según han escrito los expertos del organismo presidido por Jens Weidmann en su informe mensual de octubre, publicado ayer. La locomotora alemana parece empezar a sufrir los efectos de la crisis de deuda soberana de la zona euro que azota los países del sur de Europa y el enfriamiento de la coyuntura económica mundial.
La baja demanda de los bienes de la industria alemana, como consecuencia del debilitamiento de la economía mundial, habría pasado factura al crecimiento de la economía alemana y obligado a los expertos del Bundesbank a dibujar un panorama más negro del habitual para finales de año. Según el organismo germano, la mayor economía de Europa seguirá sustentándose sobre el consumo privado de los alemanes y el sector de la construcción de viviendas en el país, en auge desde hace un par de años.
El informe del banco central alemán se suma al del Ministerio de Finanzas germano, publicado también ayer y donde se puede leer que el departamento de Wolfgang Schäuble espera un «debilitamiento notable» de la coyuntura económica alemana en el cuarto trimestre del año y en los primeros meses del 2013, aunque prevé que gane de nuevo dinamismo durante los siguientes meses.
La semana pasada, el Gobierno de la canciller Angela Merkel rebajó su previsión de crecimiento para el año 2013 de un 1,6 a un 1 %, aunque mejoró en una décima su pronóstico para el año en curso que situó en un 0,8 %.