Asegura que el banco no puede borrar la huella social legada por las extintas cajas
05 jul 2013 . Actualizado a las 20:08 h.José María Castellano, presidente de NCG Banco, ha confirmdo este mediodía en el Parlamento de Galicia que el Banco de España ya conoce a los fondos de inversión extranjeros interesados en entrar en la entidad, y que les ha puesto como obligación quedarse en el capital al menos durante cinco años. Se evitaría así cualquier movimiento claramente especulativo. Dijo tambien que no están pidiendo un esquema de protección de activos (epa) y que «no pagarán un euro», sino una cantidad mayor. Así el estado podría recueprar una parte del capital público depositado. El presidente de la entidad financiera gallega ha asegurado también que la entrada de fondos extranjeros es lo que garantizará la independencia de NCG y ha garantizado que si continua el proyecto financiero gallego firmará un acuerdo a largo plazo para preservar la obra social de las extintas cajas. «El banco no puede borrar la huella social de las cajas», ha dicho. En el transcurso de su comparecencia el presidente del banco ha revelado que asumió esta responsabilidad para «echar una mano» y que fueron Gayoso y Pego quienes le plantearon entrar en el banco, una opción que luego avalaron el Banco de España y el presidente de la Xunta. Castellano ha reiterado, como en otras ocasiones, que las indemnizaciones son éticamente reprobables y que la desparición de las cajas, a su juicio, obedeció a una mala gestión que se concreta en una expansión incontrolada y en la entrada de las cajas en negocios que no eran estrictamente de naturaleza financiera.
José María Castellano, presidente de NCG Banco, acaba de confirmar en el Parlamento de Galicia que el Banco de España ya conoce a los fondos de inversión extranjeros interesados en entrar en la entidad, y que les ha puesto como obligación quedarse en el capital al menos durante cinco años. Se evitaría así cualquier movimiento claramente especulativo. Dijo tambien que no están pidiendo un esquema de protección de activos (epa) y que «no pagarán un euro», sino una cantidad mayor. Así el estado podría recueprar una parte del capital público depositado.