El Tribunal Supremo se replantea la anulación de las cláusulas suelo en hipotecas

EFE

ECONOMÍA

BBVA y Cajamar, principales afectados por la medida junto a Novagalicia Banco, pelean contra la medida

20 oct 2013 . Actualizado a las 19:50 h.

El Tribunal Supremo decidirá esta semana sobre el incidente de nulidad interpuesto por BBVA y Cajamar contra la sentencia en la que anulaba las cláusulas suelo en los casos en los que se produjera falta de transparencia, han informado hoy a Efe fuentes jurídicas.

Ambas entidades reclamaron la nulidad de la sentencia del Supremo, paso previo y obligatorio para que puedan pedir amparo al Tribunal Constitucional, más de dos meses después de que éste dictara su sentencia, el pasado 9 de mayo.

El Alto Tribunal declaró que las cláusulas suelo son «lícitas siempre que su transparencia permita al consumidor» identificarlas «como definidoras del objeto principal del contrato y conocer el real reparto de riesgos de la variabilidad de los tipos».

Con esta resolución, la banca está obligada a advertir expresamente a los clientes de que si firman una hipoteca con cláusula suelo no podrán beneficiarse de determinadas bajadas del euribor.

No sirve la lectura del notario

Posteriormente, las dos entidades, junto con Caja de Ahorros de Galicia, Vigo, Orense y Pontevedra (hoy NCG Banco), cuyas cláusulas también quedaron anuladas, pidieron que precisara si el fallo debía aplicarse automáticamente a clientes con las mismas o similares cláusulas afectadas por éste o sólo puede hacerse caso por caso y teniendo en cuenta las características de cada operación.

El 12 de junio, el Supremo respondió que basta con que no cumplan alguno de los requisitos de transparencia exigidos en su sentencia del 9 de mayo para que sean nulas.

Precisaba que también lo son incluso si el cliente se benefició «durante un tiempo» de caídas en el euribor y que meros «formalismos carentes de eficacia», como la lectura del contrato por parte del notario, no pueden sustituir el «perfecto conocimiento» de todos los términos del contrato, imprescindible para que el consumidor decida si lo firma o no.