Bruselas ordena al nuevo dueño de NCG retomar el recorte de plantilla

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Escotet traslada a los sindicatos que buscará medidas para minimizar el impacto laboral

05 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El cuarto expediente de regulación de empleo (ERE) que pesaba sobre Novagalicia Banco, provisionalmente paralizado, tendrá que seguir adelante. Eso es lo que le ha trasladado la Comisión Europea a Juan Carlos Escotet, presidente de Banesco, la entidad venezolana que desembarcó en Galicia con la adquisición del Etcheverría y que está pendiente de formalizar definitivamente la compra del banco gallego resultante de la fusión de las extintas cajas.

Acompañado del nuevo director general de NCG, Francisco Botas, el presidente de Banesco trasladó ayer a los sindicatos durante una reunión en Santiago la imposibilidad de variar el plan de ajuste laboral. Una hoja de ruta (el term sheet, en inglés) que obliga a que la entidad llegue al 2016 con 3.334 puestos de trabajo a jornada completa, cuando ahora tiene una plantilla global de 4.362 personas, incluidos los que ya trabajan a tiempo parcial.

Es decir, tendrán que seguir adelante las prejubilaciones y despidos en la entidad. En todo caso, de las cifras anteriores no se puede deducir que vayan a producirse mil salidas, porque están previstas prejubilaciones para mayores de 54 años y porque las reducciones de jornada y salario, ya previstas en el ERE en vigor y que oscilarían entre el 20 y el 34 %, permitirían salvar 290 puestos de trabajo, según los cálculos de los propios representantes de los trabajadores. Fuentes sindicales han revelado incluso que generalizando a gran parte de las plantilla una reducción de salario y jornada, mucho más baja que la prevista en el ERE, se podrían salvar la gran parte de los puestos de trabajo.

Tanto Botas como Escotet se comprometieron ayer con los sindicatos a minimizar en lo posible el número de salidas durante los dos próximos años, los que contemplaba el ERE. Esto se puede hacer a través de reducciones de jornada y sueldo, entre otras medidas. Porque Bruselas exige un número máximo de empleados a tiempo completo, esos 3.300; otra cosa es que si se reducen horas, pueda haber más plantilla. Eso forma parte de la negociación con la UE.

Margen con las oficinas

Bruselas parece plantarse en el tema laboral. Pero hay margen, según fuentes sindicales consultadas, para poder mantener más oficinas de las que permite la Comisión Europea. Sobre todo, las que están fuera de Galicia, y que estaban condenadas al cierre. El term sheet, el documento que fija lo que puede hacer NCG durante los próximos tres años por haber recibido ayuda comunitaria, contempla que Novagalicia solo puede operar en el noroeste de España, con una oficina además en Madrid, otra en Barcelona, y una tercera en Bilbao. Mantener más oficinas de las permitidas es uno de los objetivos de Banesco en su negociación con la UE, y por ahora parece que hay cierto margen.

Portavoces de la Comisión Europea, a preguntas de La Voz, evitaron ayer dar explicaciones sobre esa exigencia de seguir adelante con el ajuste de plantilla.

Tampoco la nueva dirección de NCG quiso hacer comentarios. Pero el propio Escotet y su mano derecha, Francisco Botas, informaron ayer a la representación sindical de que siguen abiertas las negociaciones con Bruselas para flexibilizar otras condiciones de ese term sheet. A la salida del encuentro en Santiago, Luis Mariño, representante de Comisiones Obreras en NCG, confirmó el compromiso de la dirección del banco de que no se «producirán nuevos ajustes de personal más allá de los ya previstos».

Gran parte de lo que pueda suceder en el futuro con la plantilla del banco de aquí al 2016 vendrá determinado también por lo que ocurra con el plan de negocio. Es decir, en qué áreas del préstamo va a permitir Bruselas maniobrar a NCG. En la medida en que se abra la mano, se tendrá que despedir menos gente. Esa es la impresión de algunos de los presentes en la reunión de ayer. «A mí me gustaría trasladar un mensaje tranquilizador a la plantilla: no va haber nuevos expedientes sobre los ya en marcha y existe margen para minimizar el que está en vigor», precisó ayer José Ramón del Pliego, portavoz de UGT en la entidad.

Vencer las restricciones

A las reducciones de red y de personal, se añade, por ejemplo, la imposibilidad de conceder crédito a grandes promociones inmobiliarias. De momento, la dirección de la entidad no ha recibido respuesta de Bruselas sobre la hoja de ruta en el futuro negocio bancario de NCG.

Ni Escotet ni Botas entraron ayer en los pormenores del plan de futuro, algo que guarda muy celosamente Banesco, dueño del banco gallego. La cúpula de la entidad, sin embargo, sí ha ido deslizando algunos mensajes que podrían alumbrar cuál es el camino que pretende emprender Escotet para rentabilizar NCG, como levantar el veto al crédito promotor y que haya menos restricciones a la política comercial y de oficinas.