El Estado solo ha recuperado 1.760 millones de los 61.500 inyectados para rescatar la banca

El Banco de España acaba de actualizar los números del rescate a las entidades financieras españolas (la mayoría, antiguas cajas de ahorros) desde la intervención de Caja Castilla-La Mancha en el 2009. Hay varias modalidades de auxilio, pero solo en el capítulo principal, el de la inyección directa de fondos (de capital) para reflotar esas entidades, el roto para las arcas públicas alcanza una cifra considerable. El total de ayudas en este capítulo roza los 61.500 millones de euros (61.495, en concreto, 7 veces el presupuesto anual de la Xunta). Y el Banco de España dice que solo se han logrado recuperar hasta la fecha 1.760. Es decir, apenas el 3 %. Y casi la mitad de ese dinero devuelto al FROB, 783 millones, lo ha aportado NCG a través de dos operaciones: la propia venta del banco y la de su filial Evo. Por el 88 % de Novagalicia el grupo venezolano Banesco pagará 1.003 millones de euros, de los que 712 van para el FROB y el resto, para el Fondo de Garantía de Depósitos (se anotan en otra cuenta).

Otra línea gruesa de ayudas fueron entre los avales, que supusieron para el Estado 103.000 millones de euros. El Banco de España asegura que las entidades han reintegrado ya 71.350, y «no es previsible» que se produzca ninguna pérdida. Es decir, que todos pasarán por caja.

Y la tercera gran línea para auxiliar a la banca fueron los llamados esquemas de protección, blindajes para que los compradores de cajas nacionalizadas no tuvieran que correr con todos los riesgos que tenían en sus balances. La pérdida esperada, según el Banco de España, roza los 7.900 millones de euros, y el agujero máximo esperable hasta el 2022 (cuando acabará la vigencia de esos blindajes) será de 28.600. Si es que aparecen todas esas pérdidas en Caja Castilla-La Mancha, Cajasur, CAM, Unnim o Banco de Valencia, que son los casos en los que se ha activado un esquema de este tipo.

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