Vietnam y sus «milagros» con el pez espada

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Sus exportaciones a España superan en un 40 % el volumen de descargas que el país declara que captura en el Pacífico

05 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Cuenta la Biblia que Jesús fue a una boda y multiplicó los peces para asombro del camarero, que no era otro que San Andrés. Igual de atónita está ahora la patronal Cepesca y los armadores de buques de palangre de superficie con el milagro que Vietnam hace con el pez espada, que declara una cantidad ante las organizaciones regionales de pesca (ORP) que velan por que se cumplan las normas y, sin embargo, a España llega con ese origen esa cifra y mucho volumen más.

Y no son ilusiones ópticas de los armadores. La propia Comisión Europea ha suspendido cautelarmente la entrada de pez espada vietnamita en el mercado comunitario mientras Hanói no explica cómo hace para exportar más de lo que su flota declara que captura y si está aportando su granito de arena a la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (IUU). Porque precisamente ahí podría estar el truco, la clave para entender por qué el volumen de descargas que Vietnam declara en la Western (Comisión de Pesca del Pacífico Occidental y Central; WCPFC, por sus siglas en inglés) es uno y sus exportaciones a España son un 40 % superiores.

Queja en la embajada

Coincidiendo con el veto momentáneo de la UE al pez espada vietnamita, la patronal pesquera española ha hecho llegar sus quejas al país. Lo ha hecho a través de la Embajada de Vietnam en España, con cuyo consejero comercial, Do Viet Hien, se reunió el secretario general de Cepesca, Javier Garat, para abordar la preocupación de la flota espadera española, casi en su totalidad gallega, por los desfases detectados.

El incremento de las importaciones de Vietnam y Tailandia es patente desde hace cuatro años, pero el pasado ese bum alcanzó su punto álgido. El arranque de ese aumento exponencial coincide en el tiempo con la línea descendente que ha emprendido el precio del pez espada, que no se recupera. Según Cepesca, la cotización de esta especie acusa bajadas en origen de en torno a un 11,4 % con respecto a años anteriores.

Y como el tiburón es una especie que atrapa el palangre de superficie de la misma manera que hace con el pez espada, los armadores gallegos sospechan que los vietnamitas y sus milagros puedan estar detrás del abrupto descenso del precio de las aletas de tiburón, que de costar entre 12 y 14 euros el kilo, han pasado a venderse a 5 y 6 euros. «¿No será que se está practicando finning y haciendo competencia desleal a una flota, como la gallega, que tiene que cumplir la política de aletas adheridas?», sugiere Conchi Ortega, gerente de Espaderos Guardeses, que espera que la investigación que ha puesto en marcha el Gobierno español aclare ambas cuestiones.