Banco Espírito Santo se salvará con ayuda estatal

m. s. d. redacción / la voz

ECONOMÍA

La entrada directa del Estado luso para recapitalizar la entidad se anunciará hoy

03 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La solución ideal pasaba por el rescate privado, pero el portugués Banco Espirito Santo (BES) será recapitalizado al final con fondos públicos. El Banco de Portugal negociaba ayer a dos bandas con el Gobierno luso y con Bruselas el reflote de la entidad, cuyo plan, según confirmaron fuentes oficiales, será dado a conocer esta tarde.

La solución que estaba más avanzada en la tarde de ayer era la entrada del Estado en el capital del BES a través de una doble vía: una inyección directa de liquidez, mediante la suscripción de acciones; y un préstamo en forma de obligaciones convertibles en acciones si no fuera reintegrado en el plazo estipulado.

Fuentes ministeriales portuguesas recuerdan que esta solución mixta es idéntica a la operación de rescate de Banif (Banco Internacional de Funchal), en la que el Estado luso inyectó 700 millones de forma directa y 400 más en forma de préstamo.

¿Cuánto dinero necesita el poderoso BES? Todo indica que bastante más que Banif. Con nuevos gestores desde hace quince días, la entidad que ahora preside Vítor Bento reveló su verdadera situación financiera que eleva sus pérdidas hasta los 3.577 millones.

La siguiente cuestión que se plantea es ¿de dónde va a sacar el dinero el deprimido Estado luso, recién salido del rescate, y todavía con serios deberes de austeridad impuestos por la troika? Las mismas fuentes ministeriales hablan de un remanente sin gastar de la línea de 12.000 millones de euros incluida en el rescate de Portugal reservada para la capitalización del sector financiero del que se echaría mano.

El BES, que en el primer semestre perdió 11,7 millones de euros en España, cuenta en Galicia con sucursales en A Coruña, Ourense y Vigo. Y pudo ser mayor. Su ofensiva para quedarse con el Banco Gallego fue frustrada por el Sabadell. El BES también negoció en su día con los máximos directivos del antiguo NCG Banco, hoy Abanca, la compra de un paquete de 23 oficinas, operación que no se llegó a concretar.