Dimas Gimeno recoge el testigo de su tío y asume el timón de El Corte Inglés

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Se convierte en el cuarto presidente del gigante de la distribución

17 sep 2014 . Actualizado a las 10:29 h.

Dimas Gimeno tiene ya en sus manos las riendas de El Corte Inglés. No hubo sorpresas. Tal y como se esperaba, el consejo de administración de la compañía oficializó ayer su nombramiento como nuevo presidente de la compañía y de la Fundación Areces, principal accionista de la empresa.

Se cumple así una regla no escrita que rige en la firma desde su fundación en 1940: sus presidentes permanecen al frente del grupo hasta su muerte y confían el legado familiar a sus sobrinos. Así lo hizo César Rodríguez con Ramón Areces y este con Isidoro Álvarez, que ha hecho lo propio con Gimeno -hijo de su hermana-, quien encarna la cuarta generación de la saga al frente del gigante de la distribución.

A Dimas Gimeno (Madrid, 1975), que heredó el nombre de su abuelo materno, padre de Isidoro Álvarez, que murió arrollado por un ferrocarril, le espera una dura tarea. No le asusta, dicen los que lo conocen. Está preparado para asumir las riendas. De eso se encargó a conciencia su tío Isidoro, fallecido el domingo en Madrid, a los 79 años.

Gimeno empezó en la firma como un simple vendedor, compaginando el trabajo con sus estudios de Derecho en la Universidad San Pablo CEU. En el año 2000 desembarcó en los servicios centrales en Madrid, para trasladarse un año después a Portugal con una importante encomienda bajo el brazo: poner la primera pica del grupo en el extranjero. El Corte Inglés no tenía por aquel entonces presencia fuera de las fronteras patrias, y, en calidad de adjunto al director general de la filial portuguesa, Gimeno colaboró activamente en la consolidación de la firma en aquel país. Un trabajo que, seis años después (en el 2006) cristalizaría en la apertura del segundo centro, esta vez en Oporto, cuya dirección tuvo a su cargo.

En el 2008 regresa a los servicios centrales. De vuelta a casa, siguió curtiéndose en el negocio con su paso por distintas áreas: ventas, compras, logística, márketing e Internet, entre otras, hasta incorporarse a la dirección de ventas.

El primer gran salto

En el 2009 es nombrado miembro del Patronato de la Fundación Ramón Areces y en el 2010 se sienta en el consejo de administración. Tres años después, da el primero de sus grandes saltos. Es elegido por su tío como director general de la compañía, un cargo que nunca antes había existido en la empresa Es entonces cuando empieza a quedar claro su perfil de delfín de Álvarez.

Revitalizar las ventas, ahondar en la diversificación del grupo, retomar la expansión internacional y una definitiva apertura al mercado de capitales son las tareas más importantes que tiene sobre la mesa. Y, todo ello, en un contexto marcado aún por los zarpazos de la crisis.

No estará solo. Cuenta el nuevo presidente con la ayuda de Manuel Pizarro. El expresidente de Endesa, Ibercaja o la Bolsa de Madrid, aterrizó en la compañía en julio pasado. Fue nombrado adjunto a la presidencia de la compañía, cargo de nueva creación. Una apuesta personal de Isidoro Álvarez que sorprendió a muchos.

Interpretaciones erróneas

Entonces, la empresa explicó su nombramiento asegurando que venía para «reforzar el equipo financiero». Pero, algunos quisieron ver en su llegada un claro movimiento de ficha de cara al relevo. Ahora se ha demostrado que no era así. Que lo que buscaba el patrón no era otra cosa que alguien con el que ir de la mano en la delicada tarea de modernizar la estrategia empresarial del grupo.

No iba, ni mucho menos, mal encaminado Álvarez. La extensa experiencia que acumula Pizarro en las lides financieras se antoja el apoyo perfecto para Dimas Gimeno.