Martinsa Fadesa solicita la liquidación 

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KPMG, una de las cuatro grandes consultoras mundiales, es la que tiene más papeletas para afrontar el largo y complejo proceso

02 mar 2015 . Actualizado a las 21:51 h.

El Consejo de Administración de Martinsa Fadesa ha acordado este tarde solicitar la apertura de la liquidicación de la empresa, ante la falta de apoyos de la mayoría de acreedores financieros a su plan de viabilidad.

La mayoría de las entidades financieras acreedoras interpretaban que la última propuesta de convenio de acreedores hecha por Fernando Martín no era viable y la veían como una entrega de fondos por valor de 6.000 millones de euros al empresario.

Martinsa había anunciado hace un año que no podía hacer frente a un pago de una anualidad del convenio de acreedores (unos 35 millones de euros) y poco antes de vencer otro plazo de pago Martinsa presentó su nueva propuesta de convenio. La falta de liquidez de la inmobiliaria se ha visto agravada además por la reciente sentencia del Tribunal Supremo, que al tiempo que ha rechazado los argumentos de Martinsa, que solicitaba a los antiguos gestores de Fadesa 1.576 millones de indemnización, la ha condenado a pagar 60 millones de euros en costas.

Liquidación

KPMG, una de las cuatro grandes consultoras mundiales, es la que tiene más papeletas para afrontar el largo y complejo proceso de liquidación de Martinsa FadesaEste gigante global fue uno de los tres administradores concursales de la constructora de Fernando Martín, condición indispensable para poder dirigir el proceso de desguace de la compañía. Según fuentes cercanas a la operación, de aquellos tres administradores, KPMG es el único con infraestructura suficiente para poder abordar la mayor liquidación de una empresa en la historia de España, con más de seis mil millones de deuda.

Martinsa Fadesa solicitó en el 2008 concurso voluntario de acreedores, por una deuda de 7.000 millones, que convirtió el proceso en el mayor de la historia empresarial española. La compañía superó el bache en tres años, gracias al calendario de pagos que pactó con sus bancos. Pero la inmobiliaria no pudo atender sus compromisos e intentó renegociar con sus acreedores. En diciembre pasado presentó un plan para que las entidades se quedasen con hasta el 70 % del capital de la empresa, pero no alcanzó el respaldo de al menos el 75 % de los acreedores.