El goteo de elecciones autonómicas a lo largo de este año -tras las recientes andaluzas habrá convocatoria masiva el 24 de mayo y luego, si no hay cambios, catalanas en septiembre- es el factor que más influirá para que las comunidades autónomas se alejen del objetivo de déficit público fijado por el Gobierno en un exigente 0,7 %. «Existen riesgos evidentes de incumplimiento», reconoció José Luis Escrivá, presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fical (AIReF), organismo que en un duro informe analiza la evolución de las cuentas autonómicas y concluye que solo en el caso de Galicia, Navarra y el País Vasco se puede dar por descontado que cumplirán sin problema.
Si la AIReF ve «muy probable» que estas comunidades se ajusten al límite establecido, también ve casi fuera de peligro a Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Castilla y León. Sobre el resto no hay más que dudas.
Y aunque entiende que «puede haber causas estructurales o de infrafinanciación de ciertos territorios que expliquen parte del desajuste», pero sostiene que existe otra causa aún más relevante: «Cuando parecía que una serie de comunidades iban por el buen camino, en este último año preelectoral han aumentado su déficit de forma considerable». Y concluye que «la disciplina presupuestaria no puede ir aparejada al calendario electoral».
En su informe, en el que considera que ese objetivo del 4,2 % es «muy exigente», sí que valora positivamente la evolución de las cuentas públicas de los ayuntamientos, que han conseguido superávit «porque han seguido las reglas de contención de gastos», así como la de la Administración central.