Hacienda intensifica el control en Galicia de cajas registradoras trucadas

ECONOMÍA
Cree extendido el uso de una contabilidad B en comercio y hostelería
17 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.La Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT) está intensificando en la comunidad gallega las inspecciones sobre cajas registradoras y terminales de punto de venta dentro de su plan de lucha contra la economía sumergida. El objetivo es la búsqueda de una contabilidad B o paralela mediante la utilización de un software que permite suprimir ventas. Un mecanismo que se ha convertido en un poderoso instrumento para defraudar: a menor facturación, menos carga tributaria en IVA, IRPF y sociedades.
Hacienda considera que este fenómeno, que no es exclusivo de España, se halla bastante extendido, y es una práctica común en establecimientos hosteleros y comercios, además de otras empresas de mayor tamaño. En paralelo a grandes actuaciones, como la lanzada en Mercabarna (había sociedades que estaban ocultando hasta un 30 % de sus ventas), la AEAT está llevando a cabo controles sobre negocios más pequeños tanto en Galicia como en el resto de comunidades, un trabajo ya iniciado en el 2014 y que tiene continuidad en este 2015 dentro del plan de control tributario.
Práctica compleja
«Cuando hablamos de cajas registradoras y terminales de punto de venta no solo aludimos a pymes, con las que habitualmente se asocian estas máquinas; al contrario, son profusamente utilizadas también por empresas muy pequeñas o por profesionales», explica la AEAT.
Hacienda precisa que el delito no está en la posesión de una herramienta informática sino en el uso que se hace de ella. Y aclara que, detectado el uso en hostelería y restauración, sus investigaciones les han llevado a descubrir la utilización en tiendas y cadenas de distribución textil, de alimentación y peluquerías.
Los dispositivos y el software instalado en ellos permiten no solo filtrar, eliminar, duplicar o añadir falsos registros para el blanqueo de dinero sino incluso reconstruir toda la facturación eliminando de forma eficiente las pruebas de todas las ocultaciones. Este es un asunto abordado ya por otras administraciones fiscales de países de la OCDE, como es el caso de Canadá, Alemania, Holanda y Suecia. La oferta de cajas registradoras es un mercado globalizado que cuenta con unos mil fabricantes en todo el mundo, con firmas que copan una cuota del 50 %. Y Hacienda recuerda que a ellos se unen los proveedores de software y servicios para esas máquinas.
«Los expertos de los diferentes países aseguran que actualmente la totalidad de las cajas y los TPV pueden incorporar herramientas de supresión de ventas; los fabricantes de software y hardware no obtienen ingresos adicionales por incorporar esas herramientas, pero las mantienen por temor a perder clientela frente a quienes sí las mantienen», explica la AEAT sobre la situación actual.
Dos técnicas para eludir el pago de impuestos
Los trabajos de inspección sobre la doble contabilidad en las empresas los llevan a cabo en España la Unidad Central de Auditoría Informática (UCAI), integrada en la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF), dependiente a su vez de la AEAT. La UCAI cuenta con el apoyo de otras unidades regionales, reforzadas a lo largo de los últimos años. Los expertos explican que se han detectado hasta ahora dos técnicas principales de manipulación: los phantomware y los zappers. El primero es una herramienta de software instalada ya en el sistema operativo de la caja registradora. Está oculta para la mayoría de los usuarios y es accesible solo para los administradores. Para ellos se despliega un menú de opciones en las que se pueden eliminar de forma selectiva los conceptos de ventas y de transacciones.
La herramienta ajusta de forma automática los inventarios para evitar que existan desajustes e imprime o transfiere a otro dispositivo las transacciones eliminadas para que el empresario o el titular del negocio pueda gestionar y operar con una contabilidad paralela o B. El phantomware, por ejemplo, permite que un restaurante transforme artículos caros en baratos, y conste en la facturación una botella de agua cuando se había servido una de champán.
El zapper, a diferencia de la anterior herramienta, es un dispositivo de software externo, transportable en un pendrive o un cedé, y que también puede ser accesible a través de una dirección de Internet. Desde la AEAT explican que «suelen ser diseñados, vendidos y mantenidos por los mismos proveedores de puntos de venta» y que son mucho más difíciles de detectar por su diseño más sofisticado y por «su no presencia en la máquina en normal funcionamiento». Los técnicos apuntan que el objetivo de esta herramienta es que todo cuadre una vez que se ha pasado el zapper.