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El crédito al sector público gallego se duplicó en plena crisis bancaria
ECONOMÍA
En cambio, el negocio a familias y empresas cayó un 40 %, el mayor desplome en España
12 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Dice la banca que sigue siendo un negocio minoritario, pero con un riesgo de impago mucho menor. El crédito al sector público en Galicia -esto es, el destinado a concellos, diputaciones y Xunta- aumentó durante la crisis bancaria hasta un porcentaje de casi tres dígitos. La comparación entre el dinero desembolsado a las Administraciones en marzo del 2009 -cuando se interviene Caja Castilla-La Mancha, que marca el inicio de la reestructuración del sector- y en marzo del 2015 es bastante elocuente: se pasó de menos de 1.500 millones en balance a casi 3.000. El incremento de casi el 100 % en Galicia es diez puntos superior a la media española. Es más que notable, prácticamente el doble, que solo se ha producido con semejante intensidad en otras cinco comunidades: Madrid, País Vasco (donde prácticamente se ha triplicado la cifra inicial), Castilla y León, Valencia (un territorio fuertemente endeudado) y Murcia. En el resto, los incrementos oscilan entre el 40 y el 70 %, según los balances oficiales del Banco de España.
El dato es elocuente, y, además, contrasta con lo sucedido en el otro negocio, el principal de la banca, el que va a financiar a familias y empresas. En este caso, es descendente: un 40 % menos de dinero para el sector privado desde el 2009. Lo único bueno es que la curva, con todo, se va estabilizando en los últimos dos trimestres.
¿Qué explica este doble comportamiento? Hay varias causas, explican fuentes financieras. Por un lado, el sector de las administraciones públicas sigue teniendo una financiación muy por debajo de otros negocios (por cada euro, 10 al sector privado), y el intento de reactivar la obra pública durante los últimos años llevó a ese repunte. Además, las Administraciones hubieron de tirar de financiación para cubrir servicios públicos, ante la carencia de ingresos (sobre todo, de los impuestos locales vinculados a la construcción). Y por el medio, un intenso calendario electoral que siempre provoca gastos en otras partidas.
El recorte a la financiación privada en Galicia, es sin embargo, lo que más chirría. Porque semejante caída -ese 40 % en seis años- no tiene comparación con otro territorio (solo La Rioja, con una economía bastante menor que la gallega). No hay una explicación única, aunque algunas fuentes recuerdan que en Galicia se ha producido una fuerte concentración, con la fusión de sus dos principales actores (Caixa Galicia y Caixanova), la venta del Pastor al Popular o la subasta del Banco Gallego. También influye el hecho de que prácticamente durante dos años la resultante de aquella fusión de las cajas (Novagalicia, ahora Abanca) estuviera maniatada por Bruselas para poder ofrecer el crédito suficiente.