«Pasamos de dos a ochenta empleados en plena crisis»

G. LEMOS REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

«No esperábamos crecer tan rápido», reconocen en Dimalnox, una de las firmas que trabajan en el montaje de las tiendas

18 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Dimalnox nació en el 2008, cuando la crisis empezaba a enseñar la pata. La compañía la formaban entonces dos socios que iniciaban su aventura empresarial en un sector, el de la carpintería metálica, que ya les era conocido, y en el que habían tenido la oportunidad de trabajar previamente para Inditex a través de uno de sus grandes proveedores del área coruñesa. Su historia de éxito no podría explicarse sin insistir en el tremendo empuje del gigante textil, para cuyas tiendas fabrican mobiliario metálico y fachadas comerciales, y que «supone actualmente cerca de un 70 % de nuestro negocio», tal y como explica Diego Varela, uno de los fundadores.

Y ello a pesar de que Dimalnox forma parte de ese segundo anillo de proveedores y contratistas de la multinacional que no reciben los encargos directamente del grupo textil sino de la red de empresas en las que esta deposita la responsabilidad del montaje de sus tiendas. No hay, por tanto, contratos a largo plazo que blinden la carga de trabajo, que solo se garantiza gracias al saber hacer y la calidad del producto que demuestran en cada proyecto. Muestras de su trabajo pueden encontrarse en las tiendas de las diferentes enseñas del grupo en medio mundo: «Hemos trabajado para ellos en Francia, en Alemania, en México, en Dubái o en Catar. Y en España hemos estado con ellos por todos lados», apunta Varela que, preguntado por las exigencias que supone esa intensa actividad exterior, aclara que «las contratas de Inditex con las que trabajamos nos gestionan todo, solo tienes que preocuparte de tener los pasaportes en regla y esas cosas».

Un crecimiento acelerado

Si se trata de poner cifras al efecto multiplicador del gigante textil en la comarca, además de echarle un ojo a las grandes cuentas de pérdidas y ganancias, es necesario también analizar todo el empleo que sostiene. En el caso de Dimalnox, Varela explica que «en el 2008 empezamos solo dos perdonas y hemos pasado a ser 81 actualmente, todo en plena crisis». Ahí es nada: multiplicar por cuarenta la plantilla en la peor recesión de la historia reciente de España. «No esperábamos crecer tan rápido», admiten sin tapujos.

Pero, con el 70 % de la facturación en manos del mismo cliente, nace una pregunta obvia: ¿Les preocupa la concentración de riesgos? ¿Están suficientemente diversificados? «Hacemos más trabajos», aseguran, explicando que además de trabajar para empresas hacen también proyectos para clientes particulares, para los que fabrican diferentes elementos para viviendas. No en vano, trabajar para los mejores no solo le saca lustre a tu marca y le ofrece un escaparate en el que lucirte por medio mundo, sino que te obliga a estar a la última, tanto en habilidades como en tecnología, lo que te allana muchos otros proyectos. Claro que, de momento, no hay nada comparable con el empuje de Inditex.