El Ibex-35 llegó a perder el nivel de los 8.100 puntos y cerró en el nivel más bajo desde verano del 2013. La prima de riesgo alcanzó los 155 puntos
08 feb 2016 . Actualizado a las 23:14 h.El descontrol se ha apoderado de las bolsas, que ya no atienden a factores hasta ahora relevantes como la evolución del petróleo ni los resultados empresariales que se presentan estos días. Todas las plazas internacionales cayeron ayer de forma abrupta, incluida la española, la peor entre las europeas, a pesar de que los inversores pasan de largo de la incertidumbre política que vive el país. Las preocupaciones de los operadores se enfocan ahora a una debilidad mundial motivada por el crudo, sí, pero también por China, las primeras muestras de desaceleración de Estados Unidos, el estancamiento de la zona euro y las continuas tensiones en Grecia. «Aunque se hubiera investido ya a un presidente, las caídas bursátiles serían las mismas», reconoce Carlos Fernández, de XTB.
En ese contexto, el Ibex retrocedió ayer un 4,4 %, como no lo hacía en una sola jornada desde el pasado mes de agosto; y cayó hasta los 8.122 puntos, una referencia desconocida desde julio del 2013. Y los analistas no descartan nuevas caídas en las próximas semanas. «Podría irse hacia los 7.500 o 7.200 puntos», advierte Carlos Fernández.
Los valores más damnificados, los bancarios. Los desplomes del sector en toda Europa, con epicentro en Italia por los problemas de morosidad de sus entidades, han provocado caídas en masa en Popular, Bankia, CaixaBank o Santander, cuyos títulos se han dejado entre un 20 y un 27 % en lo que va de año.
No solo el caso español
Pero el Ibex no está solo. Todas las grandes plazas de Europa cerraron en rojo: Londres se dejó un 2,7 %; París, un 3,2; Berlín un 3,3; y Milán fue incluso más allá, un 4,7. Pero nada comparado al desplome del mercado griego, superior al 7,2 %. «Los renovados temores sobre la capacidad de Atenas de hacer frente a los compromisos del tercer rescate y las dudas sobre la solvencia de sus bancos han provocado repuntes en las primas de riesgo periféricas», explica Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank. Miedos que han llevado el diferencial entre el bono español y el alemán a los 153 puntos básicos, un 12 % más que el viernes. Al final, el miedo bursátil ha arrastrado a la deuda.