La banca italiana precisa con urgencia una millonaria inyección de liquidez
06 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Corren malos tiempos para el sector bancario. Sobre todo, para el italiano, que a los bajos tipos de interés del reinado de Draghi ha de sumar una mora asfixiante. Los créditos de dudoso cobro superan allí los 350.000 millones de euros, el 17 % del total.
Ya estaban mal. Pero, el triunfo del brexit en el referendo del pasado 23 de junio ha venido a empeorar las cosas. La sacudida que sufrieron los mercados dejó tras de sí innumerables víctimas y, al descubierto, las miserias de dos sistemas bancarios: el italiano y el portugués. Entidades como Banca Monte Paschi di Siena (MPS), Banca Popolare y Unicredit han sufrido un severo correctivo en bolsa. Ayer mismo, MPS, el banco más antiguo del mundo, cayó más del 19 %.
A río revuelto...
Y, aprovechando el río revuelto que ha dejado el brexit a su paso, el primer ministro de Italiano, Matteo Renzi, se ha ido de pesca a Bruselas. Ha echado el anzuelo para que le dejen recapitalizar sus sistema bancario con dinero público. Pero sin aplicar las reglas de ayudas de Estado, que obligarían a los accionistas y a los tenedores de deuda de peor calidad a rascarse el bolsillo. A ver si pican
De momento, ha conseguido pactar una línea de liquidez de hasta 150.000 millones de euros. Solo las entidades solventes podrán hacer uso de ella. No es un instrumento nuevo. Se empleó en Grecia, Portugal y Chipre. También en Polonia. El procedimiento, acudir a la ventanilla del Tesoro italiana para acceder a ese dinero y dejar como garantía deuda y otros activos.
De lo de recapitalizar los bancos con dinero público saltándose a la torera las reglas que otros han tenido que acatar, esgrimiendo que esto del brexit ha creado una situación de excepción y que, sin ese dinero en los bancos, Italia -y la eurozona en su conjunto- podrían darse de bruces con otra crisis, nada de nada.
En definitiva, lo que persigue el joven primer ministro italiano no es otra cosa que evitar el modelo español de rescate bancario: reestructurará la frágil banca italiana sin dinero europeo, a su ritmo. Y soslayar, claro, las reformas y ajustes que conlleva todo rescate. Que se le pregunten si no a España, que tuvo que llamar a las puertas de sus socios en junio del 2012 para sanear la podredumbre que se acumulaba en parte de sus sistema financiero. Lo malo es que los mercados consideran que todo lo hecho hasta ahora por Renzi no son más que parches. Y que el problema sigue estando ahí. Se habla de que los bancos italianos necesitan una inyección de capital de unos 40.000 millones (por cierto, casi lo mismo que precisó España, por cierto). Y que lo necesitan con urgencia. Eso es lo que se dice en las mesas de operaciones. No sería el primer ejemplo de profecía autocumplida que vemos en esta crisis.