«Confiamos en que esa demora sea la mínima posible y en poder satisfacer cuanto antes dicho abono», informó el presidente de la compañía a la plantilla
19 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Los trabajadores de Abengoa se han quedado sin la extra de verano. Al menos, por ahora. Así se lo anunció ayer a la plantilla el consejero delegado de la compañía, Joaquín Fernández de Piérola, en un correo electrónico. «La situación en estos momentos nos obliga a demorar, de manera excepcional, el abono de la paga extraordinaria de julio», rezaba el e-mail. «Confiamos en que esa demora sea la mínima posible y en poder satisfacer cuanto antes dicho abono. Mantendremos, como ya hicimos en una situación precedente, el pago regular en nuestros centros industriales», señala Fernández de Piérola.
Los bancos acreedores de la multinacional están por la labor de acelerar las negociaciones con Abengoa con el objetivo de que el acuerdo definitivo para reestructurar la deuda de la compañía y evitar así la suspensión de pagos se alcance este mes. Una de las posibilidades para aliviar las tensiones de tesorería de la firma, declarada en preconcurso desde el pasado noviembre, sería profundizar en las desinversiones de activos no estratégicos.
Ambas partes ya llegaron a un principio de acuerdo el pasado 30 de junio. Entonces, las firmas acreedoras se comprometieron a llevar a cabo una inyección nueva de casi 500 millones de euros. A ese importe habría que sumar otros 515 millones de los créditos ya aportados anteriormente, sobre todo entre los meses de diciembre y marzo, para sostener la viabilidad de la firma.
Necesita 1.200 millones
Además, en ese principio de acuerdo se fijaron las necesidades de liquidez en unos 1.200 millones, una cantidad rebajada frente a los 1.500-1.800 millones iniciales, según anunció en la junta general de accionistas el presidente de la compañía, Antonio Fornieles. Sin embargo, entre los detalles a concretar en la negociación durante los próximos días está clarificar quién pondrá los avales por valor de 250 millones entre los acreedores. En cualquier caso, si las negociaciones fuese más lentas la fecha límite para que la compañía se salve del concurso de acreedores -suspensión de pagos- es el 28 de octubre.