La UE se resigna con España, que lo fía todo a los 6.000 millones del impuesto de sociedades
ECONOMÍA
De Guindos advierte de que esta medida es esencial para evitar la congelación de 1.000 millones de euros en fondos europeos
10 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La jornada comenzó con el enésimo frente para el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos. Y esta vez, no pasaba por su otrora compañero de gabinete, el polémico José Manuel Soria, sino por Bratislava, donde entre ayer y hoy se reúnen los ministros de Finanzas del euro y de la UE. España ha vuelto a ser el país invitado al turno de preguntas de las reuniones europeas, así que interpelado sobre la imposibilidad de que Madrid envíe un nuevo presupuesto del 2017 antes del 15 de octubre, el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, sorprendió a todos asegurando que pese a lo dicho por su colega español, éste no le había comunicado nada en la reciente cumbre del G-20 celebrada hace una semana en China. Pese a ese aparente desmentido, De Guindos volvió a sostener horas después que sí lo hizo. Al final, no obstante, y para evitar generar una nueva controversia se abogó por tirar del enésimo eufemismo ya habitual en este tipo de encuentros y se señaló sin más que la parálisis española «se trató brevemente durante una conversación informal».
Sin embargo, lo que mal empezó terminó algo mejor ya que el Eurogrupo asumió oficialmente la excepcionalidad española y se limitó a pedir a Madrid que presente una prórroga presupuestaria antes del plazo ya conocido del 15 de octubre. «No hay tiempo que perder», recalcó Moscovici. En este sentido, el presidente del consejo de ministros del euro, Jeroen Dijsselbloem, eludió referirse a la polémica cancelación de la multa y se limitó a recordar que los problemas «no se han evaporado» y que corresponderá «al nuevo Gobierno devolver al presupuesto a la senda adecuada», sin precisar más.
«Aunque a veces nos gustaría, no podemos formar Gobierno en España», bromeó el jefe de los Eurogrupo, considerado uno de los halcones entre los altos cargos comunitarios. «No depende de nosotros, sino de los electores y sus políticos», apostilló con algo de resignación. En julio se evitó prácticamente sobre la bocina una multa casi cantada de hasta 2.000 millones por no haber puesto remedio al desfase fiscal en el 2015. Ahora, el país se arriesga a perder en torno a 1.000 millones en fondos estructurales de la UE que iba a recibir en el 2017. Lo positivo es que el daño es reparable y España todavía está a tiempo de hacerlo. Al fin y al cabo, la congelación se levantaría antes de acabar el año si el Gobierno logra presentar antes de ese 15 de octubre una seria de «acciones efectivas» para cuadrar las cuentas.
De Guindos cree que será suficiente con dos medidas. La primera, ya tomada, fue adelantar el cierre presupuestario a julio. Y la segunda, anunciada pero no consumada, es aumentar el importe de los pagos fraccionados del impuesto de sociedades y, sobre todo, anticiparlos para recaudar en torno a 6.000 millones.
«Hay que hacerlo sí o sí, no hay otra opción», recalcan fuentes de Economía.